Desde la Confederación General del Trabajo emitieron un comunicado en el que repudiaron «enfáticamente los despidos recientemente informados a los trabajadores de Télam».

Desde el Consejo Directivo de la Central de Azopardo, recordaron que ya habían adelantado: «La única meta de este Gobierno parece ser la de reducir el déficit fiscal, aunque esta política afecte directamente a mas 350 familias argentinas, como es el caso de los trabajadores de la Agencia Nacional de Noticias de la República Argentina. Desde esta Central no vamos a permitir semejante atropello».

Hernán Lombardi

Además, en el documento se lo instó al Titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la República Argentina, ingeniero Hernán Lombardi, a restablecer a los trabajadores despedidos de manera inmediata».

“La única meta de este Gobierno parece ser la de reducir el déficit fiscal, aunque esta política afecte directamente a mas 350 familias argentinas”, sostuvieron en referencia a los 358 puestos de trabajos eliminados por el directorio de Télam.

Por último, destacaron en el escrito que continuarán «denunciando enérgicamente los acuerdos espurios que el Gobierno haya celebrado con el Fondo Monetario Internacional, si éstos pretenden realizarse a costa del pueblo argentino».

Por su lado, el referente de la Central de Trabajadores Argentinos, Hugo Yasky manifestó su “solidaridad” con los despedidos y arengó a “frenar el desmantelamiento de los medios públicos de Hernán Lombardi”.

Hugo Yasky

Sobre el efecto de la medida gubernamental, destacaron desde la CTA que resulta «una continuidad del avasallamiento de los derechos de la clase trabajadora en su más amplia composición, pero también una profundización del vaciamiento en los medios públicos que son indispensables para que el gobierno que deposita pautas millonarias en los medios del ámbito privado que lucran con el Estado, cumpla con su objetivo de censurar todas las voces independientes de los gobiernos y de los patrones avanzando hacia un discurso único en los medios de comunicación imprescindible para ejecutar sus políticas de hambre, exclusión y muerte. Sin trabajadores no hay libertad de expresión. Sin libertad de expresión no hay democracia».