Por Alejandro Maidana

La invasión tecnológica trae consigo la profanación del tiempo dedicado a la lectura y a la introspección. En ese marco histórico el sostenimiento de las bibliotecas se ha transformado en un desafío muy interesante. Y uno de esos ejemplos es la biblioteca José Manuel Estrada. La institución enclavada en Servando Bayo y Córdoba se sigue mostrando como un salvavidas cultural para una estoica sociedad que vive en tiempos de virulencia.

“La historia de este lugar comienza en 1963, cuando se cierra la biblioteca de la Asociación Ferroviaria y debido al sostenido reclamo de los vecinos la municipalidad se hace cargo de la misma», resumió Marina Paloma, directora de la biblioteca, en charla con Conclusión.

“De esa manera tanto los libros existentes como el personal, quedaron ligados de manera subsidiaria a la Biblioteca Argentina, eso ocurría el 29 de septiembre de 1963”, agregó.

Cabe destacar que por un necesario reordenamiento y remodelación del inmueble, antes funcionaba en el lugar una vieja tienda, PUES la fundación de la misma se dio en 1965.

La demanda y el escaso espacio físico hicieron que se presente un proyecto de remodelación, que culminó en 1996 con un moderno edificio de tres plantas.

“Aparte de los servicios básicos de la biblioteca que son préstamos a domicilio, tenemos un equipo informático y diversos talleres. Ajedrez, cine, plástica, literatura y fotografía son sólo algunos de los muchos que poseemos”, profundizó la directora.

El desarrollo incesante de muchas actividades que llegan gracias al presupuesto participativo de los barrios ha generado que este voluptuoso inmueble comience a quedar pequeño ante tanta demanda.

Sala de lectura para no videntes y disminuidos visuales, espacio multimedia para personas de la tercera edad, y propuestas diversas para niños y niñas hacen de la Estrada un sitio más que apetecible.

“El uso del libro no ha mermado pese al avance de la tecnología, sí se nota una caída en lo que refiere a materiales de estudios primarios y secundarios, los chicos acceden con más rapidez a los buscadores de internet que a los viejos manuales”, sostuvo.

Historia, autoayuda, literatura y psicología, son los géneros más buscados por el lector entre tantos otros. La oferta es variada y muy amplia, la fusión de esta biblioteca con la Argentina, hace que los interesados en un título en particular no se queden sin el mismo gracias al enorme archivo.

“Se ha creado un catálogo colectivo junto a otros espacios culturales, como el Museo de la Memoria, el de la Ciudad y próximamente se estará sumando el Castagnino”, aportó como dato de suma valía Aníbal Colombo, jefe de administración.

La lectura y la medicina confluyen en un combo tan particular como necesario. La biblioteca Estrada trabaja junto al Hospital Carrasco en un espacio denominado cultura-salud. “Es tan maravillosa la lectura, que hemos podido comprobar que cuando el paciente se vuelca a la misma antes de ser atendido por un especialista, bajan sus tensiones y su nivel de ansiedad», expresó Colombo.