La Fiscalía ratificó hoy su pedido de absolución para el astro del Barcelona y la selección argentina Lionel Messi y la pena de 18 meses de prisión solicitada para su padre Jorge, al presentar sus conclusiones en la última sesión del juicio que se celebra contra ambos en España por la presunta evasión de 4,1 millones de euros.

«En el juicio quedó demostrado que en el caso de obligado tributario -Lionel Messi-, no había dolo, es decir, ánimo de defraudar», afirmó la fiscal del caso, Raquel Amado, reclamando la absolución del futbolista argentino.

La representante del Ministerio Público destacó que quedó acreditado que Messi «no tenía conocimiento ni pudo conocer el hecho delictivo», porque las pruebas indican que «nadie le explicó nada».

En ese sentido, Amado se apoyó en la declaración de ayer del jugador, quien, insistió que «no sabía nada» sobre el pago de tributos ni la gestión de sus derechos de imagen: «Yo sólo me dedicaba a jugar al fútbol y confiaba en mi papá».

Pero de la misma forma que exculpó a Messi, la procuradora reafirmó la responsabilidad penal de su padre.

«El fraude se produce porque hay una decisión, o bien el responsable o, como dice el Ministerio Fiscal, su padre, quien viene a ser su alter ego en la gestión económica y todo lo que tiene que ver con la cuestión tributaria», sostuvo Amado.

El juicio oral concluye como empezó: sin la presencia del crack rosarino ni su padre en el banquillo de los acusados, quienes renunciaron a su derecho de última palabra. En el caso del astro de la selección, está previsto que aterrice hoy mismo en San José, Estados Unidos, para reunirse con la selección para preparar el debut en la Copa América.

El Ministerio Público inicialmente querelló contra el futbolista pero luego levantó los cargos y sólo los mantuvo contra su padre.

Sin embargo, la Abogacía del Estado imputa tanto a Messi como a Jorge por tres delitos de evasión fiscal derivados de los ingresos por explotación de los derechos de imagen del jugador entre 2007 y 2009.

Pide para ambos 22 meses y medio de prisión, una pena que de ser condenados no cumplirán porque es menor a los dos años y, al no contar con antecedentes, es excarcelable.

No se puede saber cuándo habrá sentencia, aunque lo normal sería que el fallo esté en un par de meses, dependiendo de la carga de trabajo de los juzgados, indicaron fuentes judiciales.