Pasaron seis años desde el terrible accidente en la planta nuclear de Fukushima en Japón, que tuvo lugar en Marzo del 2011, pero la gravedad de aquellos hechos sigue teniendo consecuencias.

Científicos de la central declararon una nueva emergencia debido a que uno de los reactores está a punto de caer al mar, y los niveles de radiación representan uno de los más altos de su historia.

Niveles de radiación que llegan a los 530 Sieverts por hora fueron detectados dentro del inactivo reactor 2 del complejo nuclear Fukushima dañado durante la catástrofe del terremoto y tsunami que golpeó a Japón en 2011. Han sido los medios japoneses los que reportaron la noticia citando a Tepco.

Un agujero de no menos que un metro cuadrado en tamaño ha sido también descubierto debajo del recipiente a presión del reactor. Según los investigadores, la aparente apertura en la rejilla metálica de uno de los tres reactores que se había fundido en 2011, se cree que ha sido la causa para que el combustible nuclear fundido haya caído a través de la vasija.

Los andamios de hierro tienen un punto de fusión de 1.500 grados según dice Tepco, lo que explica que haya una posibilidad de que restos del combustible hayan caído dentro y hayan creado el agujero. Esos restos de combustible han sido descubiertos en el equipo en la parte inferior del recipiente a presión justamente sobre el agujero.

Los últimos hallazgos fueron publicados gracias a una sonda de cámara ubicada dentro del reactor. Al usar una cámara controlada remotamente montada en una larga tubería, los científicos llegaron a obtener imágenes de ciertos sitios a los que es muy difícil el acceso y donde el material nuclear residual se mantiene.