La policía italiana desbarató una red internacional de tráfico de inmigrantes que llegaban por el Mediterráneo y que, si no podían pagar el viaje, eran asesinados y sus órganos vendidos al mercado negro, según declaró un arrepentido que colaboró para realizar la operación judicial.

Con la coordinación de la Fiscalía de Palermo, desde las primeras horas de este lunes se produjeron los arrestos en ciudades de todo el país, informaron los medios locales.

Los 38 sospechosos -25 eritreos, 12 etíopes y un italiano- sobre los que recayó la orden de arresto están acusados de los delitos de «pertenencia a asociación criminal, agravada por su finalidad para favorecer la inmigración, o de tráfico de estupefacientes», informó la agencia de noticias EFE.

La sede de transacciones financieras de esta red fue localizada en una perfumería de Roma, donde las autoridades incautaron 526.000 euros y 25.000 dólares en metálico y una agenda en la que figuran nombres y contactos de ciudadanos extranjeros.

El diario italiano Corriere della Sera informó que el arrepentido también se refirió a «tráfico de órganos».

«Los migrantes que no podían pagar por el viaje eran asesinados y sus órganos eran vendidos a 15.000 euros cada uno», según declaró a la fiscalía Nouredin Atta, un ex integrante que señaló a sus antiguos compañeros, aportando fotografías y videos para denunciar sus crímenes y sus métodos.

Por su parte, el ministro del Interior Angelino Alfano dijo que las autoridades dieron un «duro golpe» a la red criminal.

Según EFE, aparentemente esta organización se encargaba de gestionar el flujo migratorio desde las costas norteafricanas hasta las del sur de Italia y que solo en el verano de año pasado facilitó el desembarco de más de 4.000 inmigrantes en Palermo.

Después ayudaban a los inmigrantes a huir de los centros de acogida y los trasladaban a ciudades de la Italia peninsular, como Roma o Milán (norte), desde donde emprendían su viaje hacia países del norte europeo como Alemania, Holanda o la región de Escandinavia.

Pero quienes no lograban pagar su viaje eran asesinados y sus cadáveres vendidos en el mercado negro del tráfico de órganos.

Entre las 38 órdenes de arresto figura el italiano, Marco Pannelli, quien según Atta se encargaba de transportar a los inmigrantes por el territorio nacional a bordo de una furgoneta.

También esta red gestionaba un grueso volumen de capital derivado del tráfico de droga en la capital italiana, que alcanzaba los 300.000 euros semanas, de acuerdo a las fuentes judiciales.