El Ejército de Irak mató hoy a más de 60 milicianos del Estado Islámico (EI) en el norte del país árabe, un día después de que el grupo sunnita causara la muerte de unas 90 personas con tres atentados suicidas en Bagdad denunciados hoy como un «crimen contra la humanidad» por grupos de derechos humanos.

Los 63 yihadistas fallecieron cuando las fuerzas iraquíes repelieron un amplio ataque que el EI lanzó sobre varios pueblos liberados recientemente, ubicados al sur de la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive y la tercera ciudad del país, sumido además en una aguda crisis política.

Los extremistas, entre ellos algunos suicidas, lanzaron una ofensiva desde diferentes puntos en el llamado frente de Majmur, dijo el portavoz de las Operaciones de Liberación de Nínive, Feras Sabri, citado por la agencia de noticias EFE.

Algunos pueblos de los que el Ejército expulsó recientemente a los extremistas son Al Hash y Kabruk, en la región de Al Qayara, donde se registraron también combates.

La Comandancia contó con el apoyo de la milicia anti EI Multitud Popular y de la aviación de la coalición internacional que desde 2014 bombardea a los yihadistas en Irak, liderada por Estados Unidos.

Cientos de familias han huido en el último mes de las zonas ubicadas al sur de Mosul por los combates entre el EI y las fuerzas iraquíes y kurdas.

El Ejército iraquí inició el 24 de marzo pasado una ofensiva para liberar Nínive, con el objetivo final de recuperar el control de Mosul, la tercera ciudad de Irak después de Bagdad y Basora, que el EI ha convertido en su «capital» iraquí desde que se hizo con el control hace casi dos años.