MIéRCOLES, 27 DE NOV

Instituciones del Gran Rosario debatieron sobre el futuro de hidrovía Paraná-Paraguay

Representantes del Estado y organizaciones analizaron posibles acciones para mejorar las condiciones del transporte fluvial en la región. Hicieron recorrido sobre cómo se gestionaron acuerdos para generar la hidrovía.

La región santafesina es el punto de partida desde el cual sale el 75 por ciento de la exportación de los cereales y oleaginosas de Argentina, además de contener un tercio del camino que une cuatro países y brindar empleo a unas 35 mil personas entre trabajos directos e indirectos. Por esta razón, varios funcionarios plantearon volver a discutir accesos, normativa y hasta el régimen impositivo que rige para la treintena de terminales portuarias, incluyendo a las organizaciones intermedias y el sector privado.

“Coincidimos en la necesidad de construir a partir del eje de la infraestructura. No es casual que la hidrovía esté en los dos planes estratégicos (1998 y 2008). Estas reuniones son parte de la discusión y los acuerdos para que Rosario y la región crezcan”, apuntó el secretario de Planeamiento, Pablo Ábalos, quien junto a la Secretaría de Obras Públicas convocó a las instituciones del Consejo Económico y Social de Rosario (CEyS) al espacio de discusión.

Bajo la consigna “Infraestructura, transporte y conectividad hidroviaria fluvial”, propuesta por el CEyS, la reunión se realizó en la Secretaría de Planeamiento de Rosario, donde participaron de la misma el director general del Instituto de Desarrollo Regional y del Programa Santafesino de Desarrollo de la Hidrovía Paraná-Paraguay, Juan Carlos Venesia, y el presidente del Enapro, Ángel Elías, entre otros funcionarios.

Consensos 

Juan Carlos Venesia hizo un recorrido sobre cómo se gestionaron los acuerdos para generar la hidrovía que une Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay desde mediados del siglo pasado.

Entre 1987 y 2003 se consolidaron los acuerdos entre los gobiernos y finalmente en 2005 se creó una concesión el uso de la vía hasta 2021. El impacto en el Gran Rosario fue notorio, según Venesia: en 1996 se exportaban unas 4 millones de toneladas; en 2010 se cuadriplicó. Entre la treintena de terminales se emplean a unas 35 mil personas. “Tenemos que superar problemas estructurales de Rosario y Argentina. El 92 por ciento del movimiento de carga se hace en camiones. Tenemos que expandir la capacidad portuaria, mejorar los accesos a las terminales y superar las limitaciones físicas”, apuntó Venesia.

Entre las acciones más directas de los proyectos, Venesia insistió en que el gobierno, las organizaciones y las empresas deben coincidir en un plan maestro para la navegación troncal del Paraná, la señalización y profundización a 36 pies de calado desde Puerto General San Martín hasta el Río de la Plata y de 28 a la zona que va desde Puerto General San Martín hasta la capital santafesina.

Desde la Cámara de Exportadores Portuarios de Rosario, Guillermo Wade opinó que los puertos y fábricas del Gran Rosario superan en calidad y operatoria a muchos de otros países, pero adolecen de infraestructura que las jerarquice. “Es el segundo año de esta comisión y tenemos que hacer proyectos juntos. Todo lo que signifique generar trabajo es válido y vamos por buen camino”, agregó la secretaria de Obras Públicas, Susana Nader y adelantó que el próximo encuentro para debatir infraestructura será en el Enapro a principio de julio.

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