Una ola de ataques explosivos contra iglesias cristianas, los más graves desde el año 2000, mataron a 11 personas e hirieron a otras 40 en Surabaya, la segunda mayor ciudad de Indonesia, y las autoridades locales apuntan contra un grupo vinculado al Estado Islámico (EI).
Las explosiones se registraron durante las misas del domingo y con diferencia de pocos minutos en la iglesia católica de Santa María, alrededor de las 7:30 hora local (00:30 GMT), luego en una iglesia pentecostal y una tercera en un templo protestante.
Es el peor ataque de este tipo en el archipiélago asiático desde que una serie de atentados con bomba en la Nochebuena del 2000 en varias ciudades terminasen con la vida de 18 personas e hiriesen a cerca de 100.
Aunque en los últimos años el objetivo principal fue la policía, las minorías religiosas, en especial la cristiana, también fueron blanco de los ataques islamistas.
El vocero de la policía de la provincia de Java Oriental, Frans Barung Mengera, indicó a la agencia de noticias EFE que las autoridades continúan investigando la identidad de los autores, aunque fuentes policiales creen que pertenecen al grupo yihadista afín al Estado Islámico, Jemaah Ansharut Daulah (JAD).
La agencia de inteligencia nacional considera que el grupo Jemaat Ansharud Daulah (JAD), vinculada al EI, está detrás de los ataques que aún no fueron reivindicados. El líder de este grupo, Aman Abdurrahman, está siendo juzgado en Indonesia por un ataque de 2016.
«Habían planificado atacar objetivos policiales el 11 de mayo, pero como la policía estaba preparada, eligieron objetivos alternativos», señaló Wawan Purwanto, vocero de la agencia de inteligencia a la emisora Metro TV.
La primera de las explosiones ocurrió en la iglesia católica Santa María, donde murieron al menos cuatro personas incluido el autor del ataque. Imágenes de una cámara de seguridad compartidas en las redes sociales muestran a un conductor en motocicleta que se adentra en la iglesia de Santa María e instantes después una nube de humo sale de la entrada del edificio.
A continuación hubo explosiones en la iglesia protestante de la calle Diponegoro, donde murieron dos personas, y después en la iglesia pentecostal de la calle Arjuno, donde hubo otras dos víctimas mortales.
La novena víctima falleció al llegar a un hospital de la ciudad indonesia mientras que las autoridades no han precisado dónde murieron las otras dos personas. Además, el equipo antiexplosivos de la Policía Nacional neutralizó una bomba en el exterior de la iglesia en Diponegoro.
Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, sufrió varios atentados por parte de milicianos islamistas desde 2000, cuando 18 personas murieron en ataques coordinados contra iglesias en Nochebuena.
La policía también fue un objetivo frecuente de ataques tras una gran operación contra los islamistas tras los atentados de 2002 en la isla de Bali, que mataron a 202 personas.

El pedido del papa

El papa Francisco pidió hoy «que cesen las acciones violentas» y convocó a los sentimientos «de reconciliación y fraternidad», tras el ataque a tres Iglesias en Indonesia que dejó al menos diez muertos.

«Estoy particularmente cercano al querido pueblo de Indonesia, en modo especial a las comunidades cristianas de la ciudad de Surabaya, duramente golpeadas por el grave ataque contra lugares de culto», sostuvo hoy el pontífice al rezar la oración del Regina Coeli en el Vaticano.

«Elevo mi oración por las víctimas y sus familiares», agregó Francisco tras la triple explosión que, según fuentes del diario La Repubblica y la agencia DPA, dejó hoy al menos diez muertos y 41 heridos.

«Juntos invocamos el Dios de la paz para que haga cesar estas violentas acciones, y en el corazón de todos encuentren espacio no sentimientos de odio y violencia, sino de reconciliación y de fraternidad», agregó el sumo pontífice al condenar el ataque en la segunda ciudad del país asiático, donde reside la mayoría musulmana más grande del mundo.