En la audiencia realizada hoy y presidida por el juez Luis María Caterina, se dispuso que los imputados por la muerte de Gerardo Escobar seguirán en prisión.
Durante la audiencia, el doctor Piercecchi, abogado defensor de Amiselli, uno de los imputados en la causa solicitó la inmediata libertad de su cliente y de manera subsidiaria la detención domiciliaria. El letrado pidió la revisión de la medida cautelar por el transcurso del tiempo, argumentando que su defendido carece de antecedentes penales, y que a partir de la evidencia no se puede determinar su participación en las conductas imputadas por la fiscalía.
En la misma sintonía, el doctor Carbone, abogado de César Ampuelo y José Luis Carlino argumentó que las evidencias reunidas no determinan la culpabilidad de sus defendidos. Y pidió la revisión de la medida. Entiende que no hay ningún elemento en la evidencia reunida que acredite el encubrimiento. Solicitó también la revocación de la medida cautelar oportunamente ordenada por haber desaparecido todos los elementos para la procedencia de la prisión preventiva y la morigeración de la misma en modalidad de arresto domiciliario para ambos imputados.
El doctor Giacometti, representante de Noya, adhirió a lo solicitado por sus colegas y entiende que no hay elementos suficientes para la procedencia de la prisión preventiva.
La fiscalía hizo referencia a la evidencia en su poder que incriminaría a los imputados, por lo que la sospecha de autoría de los imputados sigue estando vigente. En la audiencia también se leyó un fragmento del informe de autopsia practicado en cuerpo de Escobar. La querella, por su parte, realizó agregados a lo aportado por la Fiscalía y adhirió a sus fundamentos, agregando dos hechos en relación a la situación de geoposicionamiento del celular del imputado Vivas.
Gerardo “Pichón” Escobar, de 23 años, desapareció el 14 de agosto tras salir de un boliche del centro de Rosario. Su cuerpo fue encontrado por Prefectura Naval el 21 de ese mes flotando el río Paraná, en la costa central de Rosario. El 31 de agosto el juez Luis María Caterina imputó con prisión preventiva al patovica del bar “La Tienda” Cristian Jesús Vivas por el homicidio, ya que un video de una cámara de seguridad muestra cuando lo golpea en la cabeza y luego lo arrastra desmayado. También fueron imputados, pero por encubrimiento agravado, José Luis Carlino y César Ampuelo, además de personal de seguridad privada del bar, y los policías que realizaban adicionales en el local Maximiliano Amiselli y Luis Alberto Noya.
