El flamante ministro de Energía, Javier Iguacel, trabajó como abogado en la empresa subsidiaria Pluspetrol Angola Corporation de Islas Caimán. Además de él, ya son cuatro los funcionarios y el propio presidente Macri, los que figuran con cuentas offshore.

El nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, se suma a la lista de funcionarios del gobierno nacional implicados en los Panamá Papers, una trama de corrupción que salpicó a diferentes presidentes y funcionarios de todo el mundo.

En nuestro país, la investigación encabezada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung, explicó que el propio presidente Mauricio Macri y cuatro de sus ministros tienen cuentas offshore o se encuentran relacionadas a ellas.

Si bien las cuentas en paraísos fiscales no son ilegales, quienes deciden depositar su dinero fuera del país –e incluso bajo el nombre de empresas fantasmas- dejan en evidencia una maniobra fraudulenta que generalmente se utiliza para evadir dinero mal habido.

En el caso de Iguacel, el flamante ministro que reemplazó a Juan José Aranguren –quien también fue descubierto con cuentas offshore-, su actividad está vinculada a su trabajo en Pluspetrol, una empresa petrolera con capitales nacionales en el cual se desempeñó hasta mayo de 2015.

Según la investigación que dilucidó el medio porteño Pagina12, Iguacel no era director ni accionista de la compañía pero sí estuvo a cargo de la parte legal entre los años 2012 y 2014, teniendo la potestad de realizar actividades bancarias y financieras a nombre de esa offshore.

El ex titular de Vialidad nacional estuvo al frente de ese cargo hasta poco meses de comenzar su carrera política desde Cambiemos, dando sus primeros pasos en busca de la intendencia de Capitán Sarmiento, de donde es oriundo.

Según estimaciones, la tarea del ahora ministro de Energía, denominada “poder de abogado”, sería una estrategia recurrente para ocultar la verdadera identidad de los dueños de esa offshore, algo así como la función de un testaferro.

En los documentos filtrados se detalla que Iguacel conservaba el poder de “autoriza para representar (sin limitaciones) a la compañía con la autoridad para realizar todos los actos y firmar, ejecutar y entregar cualquier documentación”.

A su vez, se sospecha que la documentación estudiada muestra una estructura de “mamushkas” realizada por la empresa petrolera para así desviar el verdadero origen de sus fondos. Así es como se descubrieron al menos nueve cuentas más en diferentes paraísos financieros: Gibraltar, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Holanda, Luxemburgo, Estados Unidos, Antillas Holandesas, Curazao y las Islas Caimán.

La empresa subsidiaria Pluspetrol Angola Corporation se fundó en el año 2009 y ofrecía a la petrolera una “plataforma offshore para llevar adelante tareas de exploración en el país africano”.

El denominado “proyecto Cabinda Sur” estuvo a cargo de Javier Iguacel, el cual llegó a vivir cuatro años en Angola donde funcionó como director y manager de la empresa.

Pese a que desde jefatura de Gabinete del Ministerio de Energía consideran que el rol de Iguacel estuvo enmarcado dentro de lo “legal”, ya que no estaba encargado de “realizar operaciones o mover dinero de una empresa” a otra, la justicia deberá determinar si piensa igual.

Además de Iguacel, el ahora director del Banco Central, Luis Caputo, el nuevo titular de la AFIP, Leonardo Cuccioli y el desplazado Juan José Aranguren, figuran en la trama de cuentas offshore que salpican al gobierno de Cambiemos.