Por Pablo Martínez

Horacio Monti es un futbolista rosarino que brilló en la década del 80 cuando Argentino tuvo aquel equipo inolvidable que conducía el Tablón Bautista. Su historia fue casi siempre exitosa, su paso por Ferro de General Pico, Colón y Huracán así lo demuestran. Pero la humildad que lo caracteriza, lo identifica dentro y fuera de la cancha.

Conclusión dialogó con el defensor aguerrido que recordó aquel grupo que fue parte de un Argentino trascendente en 1984/85: “Ese equipo realmente lo empieza formando el Nene Fernández, después llega el Tablón Bautista, integrando chicos de Newell’s: Janza, Bertolini y Acosta, más lo que estábamos y formó un equipo muy bueno, era la maravilla de la C. Llegábamos a Buenos Aires y estaban los periodistas esperando”.

“Si hubiera sido hoy, los jugadores de ese equipo hubieron valido el cuádruple del precio de ese tiempo, era un grupo que tiraban para adelante”, expresó el ex defensor del Albo.

Monti hizo un comparación con algún equipo de la actualidad de ese inigualable Argentino: “Por lo humilde, aquel equipo se parecería al Central de Coudet, dejábamos todo dentro de la cancha, era un equipo que le gustaba jugar al fútbol, como un River o Independiente. En esa época, todos trabajábamos y después íbamos a entrenar”.

“Los que estábamos en ese grupo, sabíamos el potencial futbolístico que teníamos, jugábamos todos para adelante, tomábamos todos los partidos igual y cuando eran difíciles nos poníamos el overol para sacar el resultado”, aseguró el futbolista.

La historia del fútbol rosarino tiene como uno de los cotejos inolvidables aquel encuentro que jugó Argentino con Racing en un Gigante de Arroyito repleto. Monti recordó aquella tarde: “Aquel partido fue algo inesperado, habíamos practicado dos veces en la semana en la cancha de Central para ambientarnos con la cancha porque nosotros estábamos acostumbrados a jugar en canchas chicas. Cuando salimos ese día a la cancha, temblaba todo el estadio, no podíamos comprender lo que estaba pasando, perdíamos 2 a 0 y lo terminamos dando vuelta”.

“Argentino para mí es todo, fui uno de los jugadores más viejos del club (estuve 12 años), Argentino es mi casa. Cuando jugamos con Racing, yo tenía 18 años y salir a la cancha repleta no me olvido nunca más, me sigue emocionando”, agregó el ex jugador del Salaíto.

Horacio Monti hizo un recorrido por su carrera futbolística: “Para lograr cosas importantes, tiene que haber un buen plantel en lo humano y futbolístico, en Argentino se dio todo, éramos humildes; luego en Colón con Horacio Harguindeguy se formó un gran equipo con Chaparro, Civarelli, llegamos a la final con Unión, que nos ganó corriendo. En Huracán, teníamos de DT a Babington y el profe Santella, que fue fundamental y había un gran equipo con Cúper, Mohamed, Quiroz, Saturno y ganamos la final con Quilmes”.

A la hora de definirse, Monti expresó: “Yo era un luchador dentro de la cancha, ponía mucho sacrificio, era la rueda de auxilio del equipo, yo me identifico con los jugadores que dejan todo”.

“El fútbol me dejó la amistad, conocer muchos buenos compañeros, se aprende de todo, de lo bueno y de lo malo, yo se lo trato de trasladar a los más jóvenes. También me sacó tiempo con la familia, me acuerdo que cuando me casé me tuve que ir a la pretemporada al otro día, pero no me arrepiento de nada”, señaló el futbolista.

Por último, Monti habló de la falta de reconocimiento en la dirigencia del club: “Doy hasta lo que no tengo por Argentino, pero veo que la dirigencia no nos reconoce a aquel equipo, cuando voy a la cancha no me dejan entrar porque no me reconocen, creo que nos tendrían que valorar un poco más porque dejamos un sello en el club. Yo les aconsejaría a los dirigentes que se pongan las pilas y hagan lo que no pueden para que el Salaíto ascienda porque merece estar más arriba”.