Las tareas domésticas de la casa, como cocinar, lavar, hacer las compras y trámites, son compartidas por hombres y mujeres en menos de la mitad de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense según un relevamiento efectuado por la Universidad de Tres de Febrero, aunque el 86% de los hombres opinó que las labores deberían efectuarse en forma conjunta.

El relevamiento, efectuado por el Centro de Investigación en Estadística Aplicada (Cinea) bajo el título «Género, trabajo doméstico y cuidado», se efectuó en 1.397 hogares del área metropolitana bonaerense a personas mayores de 16 años.

«Si bien a nivel discursivo la igualdad de género posee fuerte legitimidad y se considera deseable que exista una distribución equitativa de las responsabilidades que hombres y mujeres deben asumir, son ellas quienes aún siguen cargando con la mayor parte del trabajo no remunerado», destacó el informe.

Esto contrasta con «la creciente inserción de las mujeres en el mercado laboral», lo cual haría presumir una inexistente mayor equidad también en el trabajo dentro de casa.

Además, el 49 por ciento de los encuestados cree que el cuidado de menores y enfermos debe ser una tarea compartida y más de la mitad acuerda en que deberían ampliarse las licencias por maternidad y paternidad.

Así, las tareas de limpieza recaen exclusivamente en mujeres en el 45 por ciento de los casos, mientras que sólo el 7 por ciento de los varones las tienen a su cargo.

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El aseo del hogar es una tarea compartida en el 42 por ciento de los casos, mientras que el 6 por ciento de las viviendas paga por el servicio.

En cuanto a la preparación de alimentos, en el 49 por ciento de las viviendas encuestadas es una tarea realizada sólo por mujeres, en el 13 por ciento se ocupan de ella los hombres de la casa y sólo en el 37 por ciento de las veces es una ocupación compartida.

En lo referido a las compras de víveres e implementos de limpieza, la cuestión es más equitativa: en el 47 por ciento de los hogares es una tarea compartida, mientras que en el 16 por ciento de los casos es tarea de los hombres solamente y en el 36 por ciento, sólo de las mujeres.

En el pago de cuentas, el 38 por ciento de los hogares ha feminizado esa tarea, contra un 26 por ciento donde es una ocupación masculina y un 35 por ciento donde hay paridad.

En tanto, es en las reparaciones del hogar donde los varones realizarían su mayor contribución (56 por ciento contra el 10 por ciento), aunque una fracción de los encuestados (20 por ciento) declara que suelen contratar a un tercero para arreglar la vivienda, los muebles y electrodomésticos.

El relevamiento muestra también que la carga de trabajo doméstico que es asumida por las mujeres se intensifica en los hogares extendidos o más numerosos, en comparación a los hogares nucleares.

«Es necesario que se amplíen las acciones del Estado dirigidas a promover la equidad de género, ya sea concientizando sobre la materia o impulsando políticas públicas que garanticen derechos y reviertan la discriminación de las mujeres en el mercado del trabajo», asegura el trabajo de la Untref. El estudio, telefónico, se realizó entre el 16 y 18 de julio últimos.