Con su renuncia a optar a un segundo mandato, el presidente francés François Hollande despejó el camino para las primarias del Partido Socialista, entre rumores este viernes de una posible candidatura de su primer ministro Manuel Valls.

«Soy consciente de los riesgos que conllevaría mi candidatura, que no reúne todos los consensos. Por lo tanto, he decidido no ser candidato a la elección presidencial», anunció el jueves por la noche François Hollande, en una alocución solemne en el palacio del Elíseo.

Su decisión, con la que espera dar a la izquierda una oportunidad de calificarse a la segunda vuelta de las presidenciales, cuenta con la aprobación de ocho de cada diez franceses, según una encuesta.

Todos los sondeos señalaban que el mandatario francés se encaminaba a una humillante derrota, con apenas 7% de las intenciones de voto, en la primera vuelta de la elección presidencial prevista en abril de 2017, muy por detrás del aspirante de la derecha, François Fillon, y de la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.

Su renuncia a optar a un segundo mandato deja el campo libre al primer ministro, Manuel Valls, español de nacimiento y naturalizado francés a los 20 años, que podría oficializar en los próximos días su candidatura a las primarias socialistas del 22 y 29 de enero.

El fin de semana pasado, Valls, de 54 años, incrementó la presión sobre el presidente Hollande, que mantenía el suspenso sobre sus intenciones, anunciando que no descartaba presentarse a los comicios internos del Partido Socialista (PS).