Una estudiante universitaria de 25 años fue degollada en una zona de matorrales situada en las inmediaciones de la ciudad chubutense de Puerto Madryn y se investiga si el homicida fue alguien de su entorno. El crimen de Diana Verónica Rojas conmovió a la ciudad y motorizó una marcha de un millar de personas en la plaza principal para pedir justicia.

Rojas era oriunda de Nogoyá, Entre Ríos, cursaba el segundo año de Derecho en la Universidad Nacional de la Patagonia «San Juan Bosco», y su cuerpo fue hallado este martes.

El cadáver estaba entre los matorrales de un callejón que cruza la ruta 1, a unos cuatro kilómetros al sur de Puerto Madryn y que es habitualmente utilizado por deportistas para acceder a una playa, en una zona conocida como Quintas del Mirador. Fueron dos ciclistas quienes vieron el cuerpo y dieron aviso a la Policía. Según la autopsia, la joven presentaba siete lesiones en todo el cuerpo y una muy profunda en el cuello, que habría sido la que le ocasionó la muerte, además de un fuerte golpe en la cabeza.

Tomó intervención el fiscal de Puerto Madryn Daniel Báez, además de la Policía Científica, la Brigada de Investigaciones y efectivos de la comisaría tercera de esa ciudad. Los investigadores estiman que víctima y victimario se conocían, que había un vinculo entre ellos que habría permitido llegar hasta ese lugar alejado de la ciudad. Por eso este miércoles trabajaron intensamente analizando los correos electrónicos de la chica y su actividad en redes sociales.  También les tomaron declaración a sus amigos y compañeros de la facultad y allanaron la casa en la que vivía Rojas, en Libertad al 300. Según los voceros, el asesino habría actuado solo y se movilizaba en un auto ya que se hallaron huellas de neumáticos en el lugar. Una de las hipótesis es que Rojas haya sido víctima de un intento de ataque sexual; la otra es que se haya tratado de un crimen motivado por celos.

El crimen de la joven causó una fuerte conmoción en la comunidad universitaria local, ámbito en el que tenía «muchas amistades», indicó el docente Gustavo Fleitas. Dardo Petroli, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Puerto Madryn y docente universitario señaló que el hecho genera  «una herida muy profunda para la ciudad en general y para la universidad en particular». El funcionario recordó que el lunes pasado vio a la víctima en la universidad, mientras rendía un examen de Derecho Penal I.

En tanto, Julieta Calvo, representante de los alumnos de la Universidad, calificó a la víctima, en declaraciones a FM Tiempo, como «una chica muy dulce, sonriente siempre, con ganas de crecer». «Le cortaron la vida en pleno crecimiento, nos impacta lo que pasó. Su grupo más cercano y la comunidad educativa están destrozados», expresó. Por el crimen, desde las 17:00 comenzó una concentración de en la Plaza San Martín de Puerto Madryn en reclamo de Justicia.

Más de mil personas participaron de la movilización que fue convocada por docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas, en tanto se supo que la familia viajaba desde Entre Ríos tras la trágica noticia y llegaría por la noche.

En diálogo con NA, Diego, compañero de la Universidad, señaló que Diana vivía sola y que por cuestiones de la investigación no pueden revelar datos vinculados al posible desenlace. En tanto otra de las compañeras de la estudiante asesinada pidió prudencia a los medios de comunicación y descartó que la trata de personas y prostitución estuvieran vinculadas con el femicidio. «Se estuvieron diciendo datos erróneos, lo que se sabe es lo que se vio y los datos de los testigos están en la Justicia» y agregó que «Diana era un ejemplo de superación que no tenía una vida fácil, estudiaba para superarse y le iba muy bien».