Hace hoy exactamente 50 años moría el doctor Alfredo Palacios, primer legislador nacional socialista de América latina.

A partir de su banca en la Cámara Baja nacional, Palacios fue el impulsor de numerosos proyectos destinados a obtener mejoras sociales para el pueblo, en especial para las mujeres, los ancianos y los niños, promoviendo la sanción de las primeras leyes de protección laboral dictadas en el país: la Ley de Descanso Dominical y la Reglamentación del Trabajo de Mujeres y Niños.

También se pronunció contra la Ley de Residencia, creó el Departamento Nacional del Trabajo en 1907 y modificó el reglamento de prostíbulos de Buenos Aires.

En 1913 se dictó la Ley Palacios contra la explotación sexual.

Nació en el barrio de La Boca y le tocó enfrentar una infancia muy dura sin que esto le impidiera estudiar con vehemencia.
Cursó sus estudios primarios en la escuela Onésimo Leguizamón que se encontraba ubicada en la intersección de la Av. Santa Fe y la calle. Sus estudios secundarios los realizó en el Colegio Central, emplazado donde hoy está el Colegio Nacional Buenos Aires, graduándose como bachiller.

Más tarde ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, doctorándose en Jurisprudencia, en el año 1900, con una tesis relativa al tema “Quiebras”, que presentó después que su primera tesis denominada “La Miseria” (en la que ya se encontraban contenidos muchos de los ejes que terminarían guiando su labor intelectual y parlamentaria) fuera rechazada por los conservadores profesores de esa casa de estudios por “contravenir la Ordenanza General Universitaria”.

Su preocupación por mejorar las condiciones de los trabajadores lo acercaría a los movimientos sociales de la época y terminaría afiliándose al Partido Socialista en 1901. Al año siguiente sería electo representante en la Legislatura de Buenos Aires.

El 13 de marzo de 1904, con tan solo 25 años de edad, el doctor Alfredo Lorenzo Palacios fue electo por la circunscripción de los barrios obreros de La Boca-Barracas y a través del sistema uninominal, como el primer diputado socialista de América latina.

En su primer contacto con el Congreso, Palacios revolucionó las formas y las metodologías de la época. Su negativa a jurar por Dios y los Santos Evangelios al asumir el cargo, por considerar que violentaba la libertad de cultos consagrada en la Constitución Nacional, provocó un largo debate acerca de cuestiones reglamentarias, a partir del cual se instauró, por primera vez en las prácticas parlamentarias, la opción entre el juramento civil y religioso.

En 1915, fundó el Partido Socialista Argentino, año en el que, además, fue nombrado profesor de Legislación Industrial en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. De este modo incorporó los claustros universitarios como un nuevo ámbito de su lucha política, ocupando un rol privilegiado en el movimiento reformista, comprometiéndose por la defensa de la educación gratuita, participativa, de excelencia académica y pluralidad ideológica.

En 1919, creó la cátedra de Legislación del Trabajo, convirtiéndose en el gran promotor del Derecho del Trabajo en nuestro país y sintetizando su pensamiento en el libro “Nuevo Derecho”, publicado en 1920.

Se desempeñó como decano de la Facultad de Derecho hasta que, en 1930, se alejó tras el golpe militar del general José F. Uriburu, firmando previamente una resolución en la que desconocía al gobierno militar por lo que terminaría detenido. Estos hechos marcarían su reingreso al Partido Socialista.

En 1934 publicó el primer libro argentino sobre las islas Malvinas, “Las Islas Malvinas. Archipiélagos Argentinos”. Tres años más tarde, por esta iniciativa, se decretó la prohibición de imprimir mapas en los que no figurasen las Islas Malvinas como pertenecientes al territorio argentino.

Un año más tarde, fue electo senador por primera vez
Hasta 1944 se desempeñó como profesor y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de La Plata. Desde su posición antifascista combatió al GOU,  Grupo de Oficiales Unidos, que lo enfrentaría al general Juan Domingo Perón durante sus dos presidencias y concluiría con su exilio.

En el año 1960 fue electo senador nacional y, en 1963, nuevamente diputado nacional.

Al poco tiempo comenzó a deteriorarse su salud sin que esto le impidiera continuar su labor parlamentaria y presentar diversos proyectos, entre los cuales se destaca la creación del Instituto de Investigaciones Pediátricas que mereció aprobación.

Palacios murió el 20 de abril de 1965, en Buenos Aires, a los 87 años de edad.

En 1999 fue reconocido como el “Legislador del siglo”.