El papa Francisco renovó hoy su llamado a los gobernantes para que asuman «la obligación de hacer todo para que cada hombre y mujer puedan trabajar«.

«El trabajo nos da dignidad. Los responsables de los pueblos, dirigentes, tienen la obligación de hacer todo para que cada hombre y mujer puedan trabajar y así tener la frente alta, mirar a la cara a los demás con dignidad», dijo el pontífice en la Audiencia General en Plaza San Pedro.

En ese marco, al hablar ante unos 12 mil fieles, el Papa argentino Jorge Bergoglio añadió: «Quien por maniobras económicas, por hacer negociados no del todo claros, cierra fábricas, empresas, o saca trabajos a los hombres, esta persona hace un pecado gravísimo».

Francisco resaltó varias veces durante sus cuatro años de pontificado la necesidad del trabajo.

«El trabajo es sagrado y da dignidad a una familia», había asegurado en esa línea en agosto de 2015.