Por Philip Kosloski

Pío de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío, fue un humilde sacerdote italiano al que Dios eligió para, a través de él, obrar milagros extraordinarios en las vidas de innumerables personas que se acercaron a él para pedirle ayuda espiritual. Gracias al poder de Dios, era capaz de leer el alma de las personas, bilocarse y levitar. Además, recibió las santas llagas de Cristo (estigmas) en su cuerpo. El Padre Pío no pidió nada de esto, simplemente era un recipiente que Dios utilizaba para sus propósitos divinos.

A continuación se muestran varias fotografías poco vistas de este humilde místico que revelan a uno de los santos más extraordinarios del siglo XX.

Fuente: aleteia.org