El diario “La Capital” publicó en su suplemento de Economía el último domingo una amplia y esclarecedora nota que alerta sobre las vicisitudes por las que está atravesando entre otros sectores el de los fabricantes de heladeras y freezers.

La preocupante situación se da, dice la nota que firma Rodrigo Miró, por el ingreso de productos hechos en el exterior, “ya que –afirma- desde diciembre a abril de este año la importación de heladeras, freezers y exhibidoras creció un 185% con respecto al mismo período del año anterior”.

Mientras tanto, fuentes de las tiendas de “retail” confirmaron una caída promedio del 18% de las ventas en los primeros tres meses del año. Por esto, empresarios y trabajadores del sector encendieron las luces de alarma.

Aclara la nota del matutino rosarino que, salvo las plantas de Mabe en San Luis y de Siam en Avellaneda, la mayoría de las industrias del sector está en la región cercana a Rosario: Briket tiene casi 400 empleados y Bambi otros 600. Gafa -vendida en 2011 a la brasileña Electrolux- tiene otros mil, y el Dorado Inelro suma 300, entre personal de planta y contratados. Además hay decenas de talleres chicos que les venden servicios o insumos. O el caso de Plasticraft, que en Villa Gobernador Gálvez hace las manijas y bandejas de las heladeras, con 120 obreros.

 

Coto, un caso paradigmático

El informe de “La Capital” pone el foco en lo que califica como “un caso paradigmático”, en referencia a “las maniobras empresariales” de la cadena de supermercados Coto.

Señala que “sus empleados lucen una bandera argentina en la camisa, al lado del logo de la firma. Sin embargo –enfatiza el periodista- esta cadena de supermercados fue la que más permisos consiguió para importar heladeras en estos meses. Según las estadísticas del sector, Coto trajo casi 8 mil heladeras hechas en Turquía”.

 

“El cliente tiene derecho a elegir”

Qué hizo frente al panorama descripto en La Capital la Intercámaras de Línea Blanca, entidad que representa el sector?.

Tuvieron una audiencia con el secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, con pasado en la UIA. Aunque escuchó los reclamos, el ahora funcionario nacional, no brindó ninguna solución. «El cliente tiene derecho a elegir. Ustedes traten de ajustar sus números, vean cómo hacen para ser más competitivos», dicen los participantes del encuentro que les contestó en ese momento el funcionario.

Esta semana, redoblaron la apuesta y mantuvieron un encuentro con el ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, para trazar, junto a otros sectores sensibles como muebles, carroceros y autopartes, un mapa de situación y exigir en conjunto soluciones al gobierno nacional frente al avance de las importaciones.

Para graficar sintéticamente qué van a pedir, se explicó que “parar con las importaciones será una alternativa, o al menos que la apertura sea gradual, complementando la oferta nacional”.

 

Importadas en lugar de Siam

Otro caso que destaca la nota es el de Newsan, cuya cara visible es el empresario Rubén Cherñajovsky. De rápido crecimiento en la última década, tiene ocho plantas industriales: seis en Tierra del Fuego y una en Campana. Se especializaron en televisores, computadoras, aire acondicionados y pequeños electrodomésticos, aprovechando las promociones impositivas vigentes.

En 2014, abrió su línea de heladeras, recuperando la tradicional marca Siam, con una fábrica nueva en Avellaneda (provincia de Buenos Aires), que fue inaugurada con la presencia de la entonces presidenta, Cristina Fernández. Pero en el nuevo escenario, la mano de obra local ya no es prioridad. La firma ya ingresó 6.708 mil heladeras del exterior entre enero y abril.

Por su parte, Gustavo Camargo, gerente comercial de Bambi, traza un diagnóstico: «Acá hay un cambio de la política industrial que nos está perjudicando, no sólo a nuestra firma, sino a todas. El crecimiento de casi un 200% de las importaciones no puede pasarnos desapercibido. Si se mantiene la tendencia, en todo el año van a entrar 100 mil heladeras importadas más que en 2015. Eso son horas y puestos de trabajo que se pierden acá. El mercado interno no crece, sino al contrario, así que es muy fácil llegar a la conclusión: Lo que entra de afuera reemplaza a lo que elaboramos en la Argentina»   , señaló Camargo con una contundencia absoluta.

 

Otra absurda respuesta

Relata la nota del matutino que el mes pasado, directivos de esa fábrica Bambi mantuvieron una entrevista con la subsecretaria de Comercio Exterior de la Nación, Leila Nazer.

Los empresarios le pidieron que frenen la entrada de heladeras, y que en todo caso se trajeran las que acá no se fabrican. Le expresaron a la funcionaria nacional que si hasta Estados Unidos protege su industria, nosotros debíamos hacerlo, para preservar las fuentes de trabajo. “La respuesta fue que no podían prohibir las importaciones»,    reveló Camargo.

Paralelamente, desde la Unión Obrera Metalúrgica, el secretario general de la seccional Rosario, manifestó que “hoy tenemos 18 mil afiliados y en 2001 había solamente 5.000. Estamos preocupados porque desde diciembre se perdieron 400 puestos de trabajo en nuestro gremio. Y si no cambian las variables económicas, podrían ser más. En lo que es heladeras, Bambi no renovó contratos a 60 empleados. Gafa, que es la más grande de la zona, anticipó vacaciones en marzo. Y nos dicen nuestros compañeros que hay plantas con material terminado sin retirar, porque empieza a haber problemas de los clientes con la cadena de pagos», explicó el gremialista.

 

Desaliento de los empresarios

La dura realidad la describió, además, Edmundo Salvia, titular de Plasticraft, que fabrica en Villa Gobernador Gálvez varias partes plásticas, como las manijas de las puertas o las bandejas interiores para las heladeras que se hacen en la región.

«Yo me tecnifiqué cuando pude –dice el empresario-, hice mi fábrica más productiva. Inauguré hace poco una planta nueva. Estoy todo el tiempo buscando cómo innovar, renuevo matricería, como muchos de mis colegas. Ahora, ¿contra quién nos hacen competir? ¿Pretenden que salgamos a jugarle a China sin ninguna protección? No te digo que pongan una pared en la frontera que no entre nada, pero cuidemos lo que tenemos acá. En el Gran Rosario hay miles de familias que dependen de la fabricación del sector. Y esto es una manta corta. ¿Para qué te sirve traer heladeras de Brasil baratas si después no hay quién las compre porque bajó el trabajo y la gente tiene menos plata en el bolsillo?».

La nota completa se puede leer en el siguiente link: http://www.lacapital.com.ar/las-intercamaras-linea-blanca-cierran-filas-la-apertura-las-importaciones-n790475