Mientras se cumplen cien días de temperaturas por debajo de los 20 grados en la ciudad de Buenos Aires y gran parte de la zona central del país, un récord que no tenía antecedentes en las últimas tres décadas, ya se vislumbra un verano con menos lluvias y no muy caluroso por efecto del fenómeno de La Niña.

El récord de los cien días llegó con una jornada especialmente fría en gran parte del país, con una mínima en torno a los cuatro grados en el área metropolitana y una máxima que llegará a los trece.

El récord podría quebrarse este viernes próximo ya que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) vislumbra una máxima de 19 grados, aunque con vientos que comenzarán a soplar del sur, lo que haría bajar las marcas térmicas durante la última parte de esa jornada.

La difusora del SMN Cindy Fernández definió a este particular invierno en el que creció cerca de un cien por ciento el consumo de energía para calefacción como una «fase neutral»  y «de transición entre los fenómenos de El Niño y La Niña».

En tanto, el meteorólogo Mauricio Saldívar advirtió, en diálogo con el diario Clarín, que «estamos en presencia de un período extraordinario y que «el frío se siente más porque en los dos últimos inviernos las temperaturas habían sido más altas».

Las persistencia de bajas temperaturas obedecen a un centro de alta presión en el sur de las Patagonia, que bloquea las masas de aire de frío que llegan del oeste.

La licenciada Fernández sostuvo que esas masas, «como encuentran el obstáculo del centro de alta presión, esas masas de aire se desvían por los vientos hacia la región de Centro y Norte del país, y siguen hasta alcanzar Capital».

En cuanto a ese particular centro de alta presión, Carolina Vera, del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, señaló una serie de factores.

«Desde abril a mayo, se produjo una influencia del fenómeno de El Niño sobre la circulación atmosférica del Océano Pacífico Sur; desde abril en adelante, hubo condiciones anormalmente cálidas de las aguas del Océano Indico tropical Este, al oeste de la costa australiana; y hubo cambios en la circulación atmosférica sobre y alrededor de la Antártida», sostuvo.

El Niño, un fenómeno definido como un calentamiento superficial de las aguas del Pacífico ecuatorial y que provoca una serie de fenómenos globales como fuertes lluvias en el litoral argentino que determinaron las últimas inundaciones en la región, tiene su contracara en La Niña, que empieza con enfriamiento en el mismo sector oceánico, y determina veranos secos en la región descrita.

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