Profesionales especializados en política impositiva y salud pública de diferentes países se reunieron en el marco del debate “Hacia una política sustentable de impuestos al tabaco en Argentina” organizada la Fundación Interamericana del Corazón. Allí varios expertos coincidieron en que incrementar las cargas fiscales a los cigarrillos es la medida “más eficaz” para reducir el consumo y ponderaron el reciente aumento de los impuestos internos al cigarrillo dispuesto por el Ejecutivo y reclamaron mecanismos de aumentos periódicos y gravámenes a los productos del tabaco.

“Como la tabacalera es una industria que mata al 50 por ciento de sus consumidores, tiene que estar constantemente incorporando nuevos clientes entre los más jóvenes, y para eso requieren que el precio sea asequible”, aseguró Beatriz Marcet Champagne, directora ejecutiva de la Interamerican Heart Fundation. “Los incrementos impositivos han demostrado ser la mejor estrategia para disminuir el consumo”, reconoció la profesional.

Según un estudio de esta organización, un aumento del precio real de los cigarrillos del diez por ciento en Argentina genera una reducción del consumo del tres por ciento y la cantidad de paquetes per cápita que se consumen por año en el país, se reduciría de 63 a 45 con un aumento del 100 por ciento en el precio real de los cigarrillos.

Champagne compartió el primer panel de la jornada con el director de la Framework Convention Alliance para las Américas y el Caribe, Alejandro Ramos Carbajales; con el director del Institute for Health Research and Policy de la Universidad de Illinois, Frank Chaloupk; y con el director de la Maestría en Econometría de la Universidad Di Tella, Martín González Rozada.

En marzo, el Gobierno Nacional modificó por decreto la alícuota de los impuestos internos al cigarrillo -uno de las cuatro tasas que lo gravan-, llevándola del 60 al 75 por ciento del precio de fábrica, en lo que constituyó el mayor aumento en quince años. El aumento de la tasa produjo ascenso promedio del 50 por ciento del precio de venta y una caída del consumo estimada del 15 por ciento.

Ramos Carbajales consideró que la medida es “importante” porque además trae aparejada una “reducción de los gastos en salud” y un “aumento de la recaudación” fiscal, que puede ser después invertida en campañas y programas antitabaco.

La directora ejecutiva de FIC, Verónica Schoj advirtió que el decreto que aumentó los impuestos internos al cigarrillo “es un primer paso” que debe complementarse con la presentación de un proyecto de Ley por parte del Ejecutivo, al tiempo que denunció el “looby de las tabacaleras” que trata de imponer la idea de que “cayó recaudación” como consecuencia del aumento tributario.

Según los cálculos de la ONG, de esta forma se aumentaría el precio en promedio en un 68,3 por ciento en el precio de venta -pasando de 25,78 a 43,38-, se reduciría el consumo de tabaco en un 19 por ciento y aumentaría la recaudación en 21.600 millones de pesos.

En Argentina fuma el 25 por ciento de la población adulta y el tabaco es responsable de más de 40 mil muertes al año, según datos del ministerio de Salud. Además, el país destina cada año 33 mil millones de pesos para atender las enfermedades que ocasiona el consumo de tabaco, equivalente al 12 por ciento del gasto total de salud.