El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, presentó este viernes su renuncia, en desacuerdo con la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de nombrar a un nuevo jefe de comunicaciones, de acuerdo con The New York Times.

Spicer, de 45 años, se tornó una figura notoria por el espíritu agresivo con que defendió las decisiones del gobierno. Según la prensa, decidió dar el paso al costado ante el anuncio de que Anthony Scaramucci será el nuevo jefe de comunicaciones de la Casa Blanca.

En este sentido, se espera que Scaramucci, quien trabaja actualmente en el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos, se incorpore en agosto a su nuevo trabajo, dijo un funcionario al diario estadounidense.

El nombramiento llega en un momento en que la Casa Blanca lidia con la investigación de un fiscal especial y de varias comisiones congresionales por la supuesta interferencia de Rusia en la elección presidencial de 2016 y su potencial colaboración con la campaña de Trump.

El puesto de director de comunicaciones estaba vacante desde que Michael Dubke renunció en mayo. Ademas, Spicer desempeñaba una labor doble como secretario de prensa y director de comunicaciones desde la salida de Dubke.

El funcionario, que pidió preservar el anonimato, dijo que Scaramucci fue entrevistado por el mandatario en la mañana del viernes y que se le ofreció entonces el empleo, que fue aceptado.