Los propietarios de estaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) expresaron ayer a los concejales su preocupación porque en una semana se les vencen las facturas de Litoral Gas —que por una modificación de una resolución del Ministerio de Energía nacional— les llegó con un incremento del 4.264 por ciento en el concepto del gravamen municipal. Debido a los tiempos legislativos, una iniciativa en marcha para la modificación de la ordenanza podría llegar a tratarse la próxima semana sobre tablas.

Por esta razón, los empresarios esperan una reunión con funcionarios de la Secretaría de Hacienda municipal y una definición del Concejo antes de analizar si trasladan parte de ese impacto a precios a los consumidores, que en los últimos meses registró un aumento del 300 por ciento y subió tres pesos por metro en el surtidor.

La cartera que conduce Juan José Aranguren firmó el 1º de abril pasado la resolución Nº 34/2016, por la que los estacioneros deben volver a comprar el gas a las distribuidoras y modificó la forma de facturación. Hasta ese momento, los dueños de estaciones de servicios de GNC afrontaban la carga tributaria local para abastecerse del insumo sobre la provisión y la distribución, pero quedaba exento del gravamen en el caso del producto bruto en boca de pozo. Ahora, con el cambio normativo, el gravamen municipal abarca a los tres ítems.