Llamado de atención a las autoridades. Es que estacioneros de Rosario y la región convocan a una asamblea general extraordinaria para declarar la emergencia en el rubro, tras aducir una crisis del sector.

Desde la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar) aseguran que la “insoportable presión impositiva”, el “desmedido crecimiento” de los costos fijos y financieros, la “competencia desleal” por parte de empresas petroleras y distribuidoras que venden directo al consumidor son las principales dificultades que afecta a los expendedores de combustibles.

“Hay gente de nuestra actividad que está muy desesperada por la pérdida de rentabilidad, que ya empezó a dejar de pagar al día los impuestos, a patear para adelante todo lo que se pueda”, describieron mediante comunicado.

De allí la intención de aprobar en la asamblea programada para este martes la “declaración de emergencia por crisis de rentabilidad de las estaciones de servicio en el ámbito del departamento Rosario”.

Aunque consideraron que «no es momento de plantear acciones de protesta» ya que no pretenden que el reclamo «se politice», manifestaron que «la coyuntura es muy complicada y necesitamos respuestas a corto plazo”.

Para describir la situación, los expendedores ejemplificaron con el desplazamiento del punto de equilibrio de ventas mensuales necesarias para sostener la rentabilidad: en el año 2004, eran 126.000 pesos mensuales. Este año, son 347 mil litros.

Causas del deterioro

Cesgar señaló varios aspectos. En el plano tributario, apuntó contra la creación de nuevos impuestos y la doble imposición entre jurisdicciones. En cuanto a los costos, se enfocó en los incrementos de servicios como la energía eléctrica, agua, provisión de gas, televisión por cable.

“Durante el período 2000-2017, los costos fijos subieron 3.700 por ciento y los ingresos por ventas sólo 1.950 por ciento”, indicaron.

Además, señalaron el surgimiento de nuevos costos fijos, vinculados con cuestiones de Seguridad e Higiene, análisis de agua bebible, estudios de suelo y napa freática, pagos a Sadaic y ADI-Capif; y también los servicios vinculados a la situación de inseguridad, como las cámaras de video vigilancia y los servicios de monitoreo.

Otro de los factores que afectan a los expendedores son los nuevos costos financieros por servicios como el de traslado de dinero, los depósitos de efectivo en cuenta propia, los surgidos de la mayor venta con tarjetas de crédito y débito.

Y al mismo tiempo, en los últimos meses se acentuó la competencia desleal. “Se descarga combustible en condiciones de infracción a las condiciones mínimas de seguridad e higiene, en establecimientos no aptos para dicha finalidad; y hay distribuidores mayoristas y empresas petroleras comercializando por debajo de los precios de surtidor, generando quebrantos en zonas agrícola-ganaderas”, explicaron los estacioneros a modo de cierre.