El canciller de España, José María García-Margallo, expresó este jueves en Quito la preocupación de su país por la situación política de Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida del cargo, y confió en que se resuelva «lo antes posible».

«España tiene una preocupación importante por lo que está pasando. Brasil es un socio capital para España en términos políticos y en términos económicos», dijo García-Margallo en una conferencia de prensa en la cancillería ecuatoriana, en el marco de una visita para tratar temas de cooperación.

García-Margallo, quien se reunió en Quito con su homólogo ecuatoriano, Guillaume Long, manifestó su deseo de que los brasileños «resuelvan cuanto antes y de la manera más satisfactoria para los intereses generales» la situación política.

Resaltó que Brasil «tiene una importancia capital» y que lidera el camino hacia un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que es una de las «prioridades de los ejes básicos de la política exterior española».