El número de desempleados en España disminuyó en 83.993 personas en julio, anunció este martes el ministerio de Empleo, destacando que alcanza su nivel «más bajo desde agosto de 2009» gracias especialmente al sector servicios.

El ministerio destaca que se trata de «la mayor reducción en un mes de julio desde 1997». Aun así, todavía 3,68 millones de personas siguen inscritas como desocupadas en los servicios públicos de empleo en un país de 47 millones de habitantes.

Incluyendo a aquellos no registrados, el desempleo afectaba en el segundo trimestre a 4,57 millones de personas, un 20% de la población activa, según informó el Instituto Nacional de Estadística la semana anterior.

Y es que a pesar de su mejoría de los últimos años, España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea con mayor desocupación, únicamente por detrás de Grecia.

Juan Pablo Riesgo, secretario de Estado de Empleo, destacó en conferencia de prensa que el número registrado de parados es «la cifra más baja en siete años, desde agosto de 2009», por lo que los datos «suponen un paso más en la mejoría de nuestro mercado de trabajo».

Tomás Burgos, secretario de Estado de Seguridad Social, indicó que en datos desestacionalizados se sumaron a ésta 41.463 afiliados en julio, «un resultado muy valioso» por 31er mes consecutivo, que señala que «la tendencia general del empleo sigue siendo de crecimiento sólido y de crecimiento constante».

El sector de los servicios, especialmente el turismo, uno de los motores de la economía española, es el principal artífice de esta creación de empleos. En julio, este sector creó 51.275 trabajos, por delante de la industria y la construcción que generaron más de 10.000.

Las turísticas regiones de Andalucía (sur) y Cataluña (noreste) figuran junto a Galicia (noroeste) como las que más redujeron el número de parados según el ministerio.

El turismo es un sector clave para la cuarta economía de la zona euro. Representa alrededor de un 11% del Producto Interior Bruto y genera numerosos empleos, aunque muchos temporales.

En total, en julio se firmaron 1.800.000 contratos, la mejor cifra registrada nunca en España según el ministerio. Pero sólo un 7,6 % de ellos fueron indefinidos.

Al hilo de esto, el sindicato UGT criticó en un comunicado que a la luz de los datos «se extiende la precariedad en el empleo, la desigualdad en el mercado de trabajo y aumenta la pobreza laboral».

«Nueve de cada diez contratos firmados en julio son temporales y 4 de cada 10 de los indefinidos lo son a tiempo parcial», añadió el sindicato, que pide, más allá de la creación de puestos de trabajo, «revertir la trayectoria de empeoramiento de la calidad del empleo».

El gobierno saliente presentó el viernes sus previsiones económicas para 2016 y 2017 en las que pronosticaba un mantenimiento del crecimiento por encima del 2% y una reducción de 3,5 puntos de la tasa de paro.

Según estos pronósticos, la tasa de desempleo debería situarse en el 18,6% a finales de 2016 y seguir bajando hasta el 16,6% en 2017.