El ministro de Justicia, Germán Garavano, sostuvo hoy que «la Justicia tenía una deuda pendiente» y que «es bueno que empiece a trabajar», aunque advirtió que no debe quedarse en «fuegos artificiales» sino llegar a la etapa de juicios o dictar el sobreseimiento de los imputados.

Al ser consultado por una radio santafesina sobre la postura del gobierno de Mauricio Macri sobre la aceleración de causas vinculadas a funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Garavano reiteró que la política del gobierno es «no intervenir» en los asuntos judiciales, pero sostuvo que «es importante que la Justicia dé respuestas ante los hechos de corrupción».

«La postura es la misma, no intervenir. Nosotros creemos que los jueces tienen que ejercer su función con responsabilidad, con seriedad, y el gobierno asegurar que eso no sea interferido ni por el propio gobierno ni por ningún otro actor de poder», declaró el funcionario a radio Universidad, de Santa Fe.

En este sentido, remarcó que «es importante que la Justicia dé respuestas ante los hechos de corrupción, como también que dé respuestas ante otros hechos de criminalidad».

«Me parece que en esto la Justicia tenía una deuda pendiente; es bueno que empiece a trabajar y no quedar con estos movimientos o fuegos artificiales iniciales, sino tratar que los casos puedan llegar a la etapa de juicio o, sino, que sean desestimados o sobreseídos directamente», agregó el funcionario.

En ese marco, abogó porque los procesos judiciales «no queden en ese limbo donde luego los medios los sacan de las primeras planas y las causas se olvidan», y destacó la necesidad de «tratar que esto se pueda sostener en el tiempo, de un modo previsible, de un modo razonable».

«Hoy por hoy, estamos en un proceso de reacción ante una demanda de la población muy fuerte. El tema es cómo transformamos esto realmente en un proceso de cambio donde tengamos una Justicia, si se quiere, mucho más confiable, más previsible y que avance en los procesos».