En la Argentina el subdiagnóstico es el principal obstáculo para tratar la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc), una patología respiratoria que va en aumento.

En los últimos años, el sistema sanitario argentino no pudo revertir los inconvenientes alrededor del diagnóstico.

En muchos casos el hecho de fumar, tener una Epoc en estadio inicial con pocos síntomas y no realizar una espirometría se asocia con mayor probabilidad de subdiagnóstico.

Pablo Gutiérrez Fernández, médico especialista universitario en Medicina Interna,  y Jefe Médico de Terapia Intensiva de la Clínica Zabala, explicó que «puntualmente en la Epoc los profesionales médicos piden y  realizan muchos menos estudios diagnósticos en comparación con otras enfermedades».

«Frecuentemente cuando un paciente ingresa a la guardia de un hospital general sin orientación respiratoria, por falta de aire e incluso con diagnóstico de una Epoc, son muy pocos los médicos que solicitan una espirometría, aduciendo que el paciente está nervioso, un principio de neumonía, o la «tos del fumador»», indicó Gutiérrez Fernández.

Además, el especialista manifestó que con las recientes campañas de información pública a propósito de la Epoc y la necesidad de la realización de una espirometría para hacer un diagnóstico correcto, «se notó un incremento de las consultas pidiendo la realización de un examen funcional respiratorio por tabaquismo y falta de aire».

En el Estudio PUMA de Detección de casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) en atención primaria en Argentina presentado en el 2014, se evaluó la relación entre un diagnóstico previo de Epoc y el diagnóstico confirmado por espirometría.

Se vio que había un 2,3% de diagnósticos incorrectos, un 79% de subdiagnósticos y una coincidencia entre un diagnóstico médico correcto y espirometría en un 21% de los casos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Epoc afecta a 64 millones de personas en todo el mundo y mata a 3 millones de pacientes al año. La OMS vaticina que la Epoc se habrá convertido en la cuarta causa de muerte en todo el mundo en 2030.

En la Argentina, se producen más de 5 mil muertes anuales por esta causa.

Según la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2013, la prevalencia de Epoc es del 4,3 por ciento de la población.

Sin embargo, en 2015 el estudio Epoc.Ar de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) el 14,7% de la población fue diagnosticada con Epoc.

«Si dicha cifra se transporta a la población general mayor de 40 años, unos 2.400.000 de argentinos podrían tener la enfermedad», indicó el epsecialista.

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es frecuente, prevenible y tratable, incurable.

Se caracteriza por la presencia de obstrucción crónica al flujo aéreo por lo general progresiva y parcialmente reversible, asociada a una reacción inflamatoria pulmonar persistente principalmente frente al humo del tabaco y leña, que puede estar o no acompañada de síntomas (disnea, tos, y expectoración), exacerbaciones, efectos extra-pulmonares y enfermedades concomitantes.

Para el diagnóstico de la enfermedad es imprescindible realizar una espirometría que permita confirmar la presencia de obstrucción al flujo aéreo.

Gutiérrez Fernández afirmó que «el subdiagnóstico es un problema que acompaña a la Epoc desde hace muchos años».

El especialista añadió que «resultados del estudio PLATINO del año 2006 (Proyecto Latinoamericano de Investigación en Obstrucción Pulmonar) ya evidenciaba que  la Epoc es con frecuencia subdiagnosticada, mal diagnosticada y sub- tratada».

«Uno de los principales factores relacionado con estos problemas es la subutilización de la espirometría como herramienta diagnóstica fundamental. En PLATINO, el 89% de los individuos diagnosticados con Epoc no tenían diagnóstico previo de la enfermedad (sub-diagnóstico) y 64% de los individuos que manifestaban tener Epoc no tenían limitación al flujo aéreo (diagnóstico errado) Sólo 20% de los individuos encuestados en PLATINO habían realizado una espirometría alguna vez en su vida», agregó.

Diagnóstico

Esta enfermedad se diagnostica mediante la espirometría, un estudio indoloro, rápido y sencillo, que permite conocer la salud pulmonar, midiendo los flujos y capacidades del pulmón, a través de un soplido.

Se recomienda realizar este estudio a todo paciente mayor de 40 años que fuma o fue fumador. El diagnóstico precoz de la enfermedad puede mejorar notablemente la calidad de vida del paciente y detener su progreso.

Todas las personas de 40 años o más que fumen o hayan fumado deben hacerse una espirometría.

La «tos del fumador» no es normal, es un alerta de enfermedad.

Factores riesgo

El principal factor de riesgo es el tabaquismo.

Otros factores son: la exposición a biomasa, ambientales, laboral, bajo nivel socioeconómico, antecedente de tuberculosis, enfermedades respiratorias en la infancia, factores genéticos y de género.

La Epoc se caracteriza con frecuencia por un período asintomático por lo que pueden pasar varios años entre la aparición de la limitación al flujo aéreo y el desarrollo de las manifestaciones clínicas.

«Por esta razón, el médico debe buscar sistemáticamente la presencia de síntomas que pueden pasar inadvertidos para el paciente, ser atribuido a la edad, al sedentarismo o al mismo hecho de fumar», indicó el especialista.

Cesación tabáquica

Dejar de fumar es la intervención más costo-efectiva en la prevención del desarrollo y progresión de la Epoc.

También está comprobado que también reduce la mortalidad por otras causas, muchas de las cuales son comorbilidades asociadas a la Epoc.

El tabaquismo es una enfermedad crónica y recurrente que puede tratarse con herramientas de demostrada efectividad.

La intervención mínima (consejo médico) que dura al menos 3 minutos, debe aplicarse a todo fumador en cada visita médica.

Esta intervención debe incluir una explicación de por qué es necesario dejar de fumar, enfatizando que el tabaquismo es una enfermedad crónica condicionada por la adicción a la nicotina.