Este jueves por la madrugada comenzarán a ponerse en práctica los controles de narcolemia en las calles de Rosario. En esta primera etapa, las inspecciones se centrarán en la detección de cocaína y marihuana. Desde el municipio explicaron que los controles serán aleatorios y que durante los 120 días del período de prueba no se aplicarán sanciones económicas.

Así lo confirmó en diálogo con Conclusión, Gustavo Zignago, Secretario de Control y Convivencia de la Municipalidad, quien aseguró que «en la madrugada del jueves» se pondrán en marcha los procedimientos, que iban a comenzar en diciembre, pero debieron esperar hasta enero, ya que los equipos para realizar los tests aún no habían llegado a la ciudad.

“La tecnología fue entregada la semana pasada y desde esa fecha que venimos haciendo capacitaciones al personal que va a llevar adelante los procedimientos y también ajustando el formato que van a tener los operativos dado que se van a montar en paralelo a los controles de alcoholemia”, afirmó Zignago.

El municipio adquirió un kit compuesto por un equipo para la detección de drogas con toma de muestras de saliva, conocido como narcolímetro, y sus correspondientes accesorios, y 1.000 unidades de test.

Según explicó el funcionario, el dispositivo “trabaja con la recolección de mucosa salival, que cuenta con una marca que es la que define si la carga es la suficiente para realizar la prueba. Después se incorpora el material a un aparato que al mezclar el reactivo define si la persona tiene residuos de cocaína o marihuana”.

Además, remarcó que a diferencia del control de alcoholemia, “el procedimiento demora cerca de 10 minutos”, ya que “es el tiempo que le lleva al aparato analizar los reactivos. Se trata de un control complementario que esta supervisado por personal médico que dará el diagnóstico de la realización del test”, precisó.

La ordenanza impulsada por el concejal Jorge Boasso y sancionada el 10 de abril de 2014, contempla un periodo de difusión y concientización sobre los peligros que puede ocasionar el conducir bajo los efectos de las drogas. Por eso mismo, los controles que se apliquen durante 120 días no tendrán sanciones, pero a quien sea detectado se le remitirá el vehículo al corralón y el conductor deberá hacerse cargo del costo del acarreo.

“La marca se toma sobre la saliva y no sobre orina y sangre, porque la idea no es perseguir a consumidores y adictos, sino que pretendemos construir una conducción segura con personas que manejen de forma responsable”, detalló Zignago.

Para finalizar, adelantó que luego del período de prueba de 120 días se conformará un comité evaluador compuesto por concejales, miembros de la secretaria de salud y autoridades de tránsito que van a analizar los indicadores de estos 4 meses de trabajo para definir la metodología de trabajo”.