Una fuerte polémica se instaló en Paraguay en torno al proyecto del presidente Horacio Cartes y los expresidentes Nicanor Duarte y Fernando Lugo de presentarse como candidatos para las elecciones generales de 2018.

Un artículo constitucional que prohíbe expresamente la reelección de los jefes de Estado fue incluido en la constitución paraguaya después del derrocamiento en 1989 de la dictadura de 35 años de Alfredo Stroessner, que se mantuvo en el poder gracias a ocho reelecciones.

El texto instituye que los presidentes «no podrán ser reelectos en ningún caso».

Partidarios de Cartes en la cámara de Diputados, donde mantienen mayoría, intentaron recientemente introducir un proyecto de ley para enmendar la Constitución a favor de la reelección. En agosto, el Senado de mayoría opositora, votó en contra de la enmienda.

Cartes pidió finalmente hace 10 días retirar el proyecto porque «no logra generar consenso». «Somos testigos de la crispación y tensión que ha generado. No seré partícipe de ese camino», manifestó el jefe de Estado.

Pero Lugo sostiene que él sí tiene «luz verde» porque no está en ejercicio en caso de ganar en 2018 no estaría siendo «reelecto».

«No encontramos en la Constitución nacional ningún punto que pueda inhabilitar mi candidatura», dijo Lugo en una entrevista al diario Última Hora de Asunción.

El Partido Colorado acusó al ex sacerdote de encarar una «campaña engañosa» y pidió a la Corte Suprema de Justicia una aclaración sobre la constitucionalidad de su eventual candidatura.

«Nosotros salimos del gobierno en 2012 por una cuestión netamente política y creo que la impugnación a mi candidatura tendría un gran peso político», precisó Lugo, exobispo católico y líder del minoritario Frente Guasú (Frente Grande), una alianza de partidos de izquierda y centro-izquierda.

Un tercer aspirante en disputa es el expresidente Nicanor Duarte (2003-2008), opositor a Cartes en el Partido Colorado, que se maneja con el mismo argumento que Lugo: no va a ser «reelecto» porque no está en ejercicio.