Setenta mil mujeres, 69 talleres, 300 puntos de debate y una de las más multitudinarias marchas que se hayan visto en Rosario son algunas de las cosas de las que se habló este lunes a la mañana en el Monumento a la Bandera, dónde se llevó a cabo el acto de cierre del 31° Encuentro Nacional de Mujeres.

También, mientras se leyeron las conclusiones de los talleres y se definió por «aplausómetro» que la próxima sede del encuentro sea Chaco, seescuchó sobre el sabor amargo que dejaron los disturbios frente a la catedral, la desmedida represión policial y los desmanes que se produjeron en los distintos puntos de la ciudad.

Más allá de esa polémica, el cierre del evento reflejó la diversidad de la concurrencia, sus propias disidencias y contradicciones pero también, y sobre todo, los acuerdos alcanzados y una alta capacidad de debatir y consensuar.

En ese marco, y como ya es tradición en estos eventos, se decidió con aplausos la sede del encuentro número 32, la ciudad de Chaco.

Roxana Menéndez,integrante de la Comisión Organizadora,dialogó con Conclusión, mientras de fondo, se escuchaban miles de voces que coreaban, emocionadas,el nombre de provincia que las recibirá el año próximo.

«En el año 2017 nos vamos todas a Chaco, esto fue lo que por aclamación decidieron las mujeres de todo el país que participan del Encuentro, manifestó y señaló que: «esto es algo muy federal, en el que participan mujeres de todos lados y de los sectores más postergados, que hacen un gran sacrificio para llegar, venden tortas, pastelitos, ahorran, para poder participar».

En cuanto a los puntos más sensibles, la militante feminista señaló que: «Lo que se ha plasmado en los talleres es la gran necesidad que tenemos las mujeres de juntarnos para luchar contra la doble opresión que sufrimos. La crisis económica, nuestros hijos víctimas de la droga, las miles de mujeres muertas por abortos clandestinos, la violencia de género. Todos esos han  sido los puntos de debate que se expresaron. Estos encuentros son una gran escuela, todas aprendemos. Venimos a contar lo que nos pasa, nuestras vidas y nuestras luchas».

Además, Menéndez enfatizó que:»Estos encuentros son un termómetro de toda la realidad social y política de la Argentina, y entendemos que todo esto molesta mucho a algunos sectores conservadores. Pero con esta forma de luchar, con estos encuentros hemos sido escuchadas, y hemos conseguidos cambios históricos, como la Ley de Divorcio y la patria potestad compartida. Esas cosas han surgido de estos encuentros. Y fundamentalmente, en estos encuentros aprendemos que se pueden cambiar las cosas».

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