Por Aldo Battisacco

A horas de los reclamos que protagonizaron los productores lácteos en Rafaela, el secretario de Lechería de la provincia de Santa Fe, Pedro Morini, dialogó con Conclusión y caracterizó las carencias de los tamberos a los problemas climáticos y las distorsiones de la cadena de valor con respecto al precio que perciben por litro de leche, además de condenar la ausencia de políticas públicas comprometidas con el sector por parte del Gobierno nacional y puntualizó sobre el vacío que genera la falta de una legislación para regular la actividad.

Desde febrero de 2015  y hasta diciembre del mismo año, los ministros de la Producción de Santa Fe, Carlos Fascendini; de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez; y de Agricultura de Córdoba, Julián María López, se reunieron en distintas localidades en las que crearon mesas de trabajo junto a representantes del sector lácteo de las tres provincias y de la Mesa Nacional de Productores Lecheros, para abordar un programa de evaluación de las dificultades estructurales que afectaron la producción de leche. El resultado fue dar lugar a la creación del mercado institucional de la leche santafesina y la creación de una consignataria que interactue con los productores para establecer un piso de referencia y calidad que beneficie a la producción.

—¿Como ve la situación de los tamberos frente a un cuadro recesivo, con inflación y sin políticas macro que den certezas del porque y para quien producir?

lecheria

—Los tamberos han aguantado hasta ahora después de todo lo que han pasado, las inclemencias climáticas, la falta de pastos, alfalfa, la caída de los precios, la renta y hasta de reservas para pasar el invierno. Los productores llegaron al límite, no se puede perder $1,20 por litro de leche cuando uno ve que todos los días aumenta en las góndolas.

—Los tamberos reclaman una ley nacional de lechería, desde la provincia se han ensayado algunas respuestas pero desde su secretaria también advierten que no hay una normativa. Como funcionario que planifica las políticas públicas, ¿qué interpreta de esta ausencia de la Nación?

—Desde el ministerio de la Producción se acompañó con todas las herramientas disponibles, más de 130 millones para la emergencia demuestran que el apoyo al sector fue el más importante. De ese monto 50 millones se destinaron a productores pequeños y medianos y 30 millones tamberos de más escala y 15 millones se orientaron para subsidiar el litro de leche. Otra contribución fue la energética por 6 meses, que les permite a los tamberos trabajar más aliviados. Al no ser recaudadora de grandes impuestos la provincia sólo puede instrumentar la omisión del cobro de gravámenes provinciales.

—El sábado en la Sociedad Rural el presidente Macri habló del campo, e incluso nombró a las economías regionales y la lechería, no obstante los elogios fueron destinados a la producción granaria de escala. ¿Cree que subyace la idea en el Ejecutivo de un campo de primera y otro de que no lo es tanto, dado que entre lo que se anuncia y lo que se hace se percibe la diferencia?

—Creo que el presidente de la Federación Agraria Argentina, Omar Príncipe, fue claro en ese sentido. A la Sociedad Rural asistimos como funcionarios de Santa Fe, la Federación Agraria no estuvo, pero el campo no es sólo la Sociedad Rural, también lo son las otras entidades que nuclean la producción de diversas zonas del país que expresa, la caña de azúcar, el algodón, las frutas, los cerdos, y otras producciones. Lo único que se observa acomodado es el sector de los granos y la carne vacuna, el resto se mantiene casi exactamente igual como en diciembre.

—¿Cual es la lectura que realiza sobre las intermitencias del Gobierno: no sabe, no quiere o no puede?

—Creo que hay un poco de no se sabe y también de no se puede. Porque el Gobierno no debe disponer de fondos para asistir al sector, puede que haya direccionado partidas a otras áreas que ha jerarquizado como importantes y esto produce un sensación de abandono de políticas de coyuntura por falta de dinero. No hay que olvidar el tema petróleo, minera y retenciones, porque con haber retirado un 5% a los granos, hubiera alcanzado para subsidiar economías con problemas. Esto quiere decir que hubiésemos tenido menor precio del maíz, lo que demuestra que el campo se puede subsidiar solo sin echarle mano o otros recursos.

—De persistir la situación con demandas y marchas de los productores, ¿cuanto tiempo más se puede estirar esta dinámica de la queja y en forma paralela y proporcional la desconsideración?

—Ya están desapareciendo los tambos, esto es un fuerte indicio, y haremos un relevamiento que dará la tendencia que no aparece en estos momentos como nada promisoria, muchos tambos quedaron afectados por las inclemencias climáticas, el suelo no es el mejor, sin pastura no hay alimento y hay que comprarlo. A esta altura la pregunta es, ¿con que dinero? El panorama ya es complejo, esperamos que se modifique la tendencia.

—Se imponen contradiciones entre las políticas santafesinas y las de la Nación, ¿ve que el esfuerzo de tratar de institucionalizar el mercado de la leche puede caer en saco roto?

—Hacemos hincapié en materializar la consignataria que comprará la leche a los tamberos para asegurar el precio de la leche. El problema por estos días se visualiza como una cuestión económica, pero los alcances del daño nos permite dar por probado que se convierte en un problema social. Alrededor de la actividad proliferan abastecedores, insumos, veterinarios, metalúrgias, y lo más importante el capital humano, que posee conocimientos sobre las especificidades técnicas que tiene la cadena láctea. La provincia sigue trabajando en la colocación de derivados de la leche en el exterior, hay países con intenciones de comprar. Las misiones comerciales abren mercados pero no se concretan de un día para otro.

—¿Que posibilidad tuvo como secretario de Lechería de hablar con funcionarios nacionales y plantearles como han devenido los acontecimientos teniendo en cuenta que el actual gobierno ya lleva 9 meses en gestión?

—Estuvimos con distintos funcionarios del Gobierno nacional e incluso con el ministro (Ricardo) Buryaile, en no menos de cinco oportunidades, sin embargo la ayuda ha sido escasa, pero nuestra búsqueda apunta a algo más que un subsidio, sino a definir políticas que permitan darle al sector rentabilidad y no sólo asistencia. Las reuniones que hemos tenido con los tamberos de todas las zonas productoras y con un presupuesto para el ministerio con 0,66% de los fondos provinciales. No obstante estuvimos en localidades de Santa Fe con productores de distintas cadenas a las que hemos asistido como por ejemplo al cordón hortícola que rodea la ciudad capital en la que se dio apoyo a más de 660 emprendedores porque no tenían para sembrar. Asistencia a criadores de cerdos, plantaciones de caña de azúcar, y otras más. En síntesis, no se abandonará la cadena láctea y acompañaremos a los productores en todos sus planteos, y fundamentalmente en trabajar en la concreción de una ley nacional de lechería.