El Sanatorio de los Nuevos Ayres acusó al Pami por el fallecimiento de un paciente que llegó al lugar derivado por error por la mutual. A partir de este episodio la obra social de los jubilados le quitó al centro de salud los 11.700 afiliados que se atendían allí.

Francisco Rivera, de 67 años, ingresó al Sanatorio en diciembre pasado con un fuerte dolor de cabeza. En un comienzo sólo le recetaron analgésicos y volvió a su casa. Al día siguiente regresó a la guardia debido a que el fuerte dolor continuaba y decidieron dejarlo internado. Al cabo de un mes falleció esperando una cirugía neurológica que nunca se concretó y después de contraer un virus hospitalario.

Luego de este hecho, las autoridades del Pami adujeron que hubo abandono de persona y decidieron sacarle  las 11.700 cápitas de afiliados al Sanatorio de los Nuevos Ayres que desde hace diez años tenía la clínica, quienes fueron derivados al Hospital Italiano.

El administrador del Sanatario, Antonio Bernaba, retrucó la decisión del Pami y esgrimió que «la negligencia y abandono del paciente estuvo por parte del Pami. La obra social estuvo en conocimiento de toda la situación. El Pami sabía que este caso nos excedía en complejidad, ya que no hacemos neurocirugías».

El gerenciador participó de una rueda de prensa y consideró que la decisión del Pami «es más bien una excusa para justificar una medida discrecional que se tomó para beneficiar a un grupo privado, los nuevos administradores del Hospital Italiano».

Antonio Bernaba, también manifestó que de confirmarse la quita de pacientes, el sanatorio corre serio riesgo de tener que cerrar sus puertas, ya que los afiliados del Pami representan el 80 por ciento de la facturación del Sanatorio. De no revertirse la medida, «unas 200 personas se quedarán sin su fuente de ingreso», alertó el administrador del Sanatorio de los Nuevos Ayres.

Por último, el responsable del Sanatorio de los Nuevos Ayres confirmó la presentación de un recurso de amparo en la Justicia para frenar la decisión de la obra social.