Se trata de una residencia que hospeda un hogar protegido, para mujeres detenidas, con hijos menores. La estructura que está a cargo, desde marzo de 2017, de la cooperativa social ‘Cecilia Onlus’, acoge a madres detenidas por crímenes menores, a las que se les reconoce la capacidad parental, por lo que pueden proseguir su periodo de detención, con sus hijos en este hogar de acogida.

Actualmente viven en este hogar cinco jóvenes mamás, entre los 25 y 30 años de edad, con sus niños. Algunas de etnia romaní, una egipcia y una italiana.

Al llegar a la residencia, el Papa fue recibido con “estupor” por las mamás, por los pequeños y por el personal, que en esos momentos se encontraba de turno, en su servicio, señala el portal del Vaticano.

El Papa Francisco conversó con las mamás y con las personas que prestan su servicio en el hogar y jugó con los pequeños, ofreciendo como regalo grandes huevos de pascua, que los niños recibieron con mucha alegría, invitándolo a merendar con ellos.

Al final de la visita, Francisco dejó algunos presentes a las jóvenes mamás, entre los cuales, un pergamino firmado en recuerdo de su visita. A las cinco de la tarde, emprendió su regreso a la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, indica la plataforma ‘Vatican News’.

Las madres, por su parte, entregarle al Papa un pequeño regalo, producto de las diversas actividades que desarrollan en el mencionado hogar. Al tiempo que le presentaron la espléndida oportunidad que se les brinda de poder crecer a sus hijos, a pesar de tantas dificultades.

En efecto, la permanencia en esta estructura permite a las mamás acompañar a sus pequeños a la escuela, así como ir a recogerlos, además de desarrollar actividades útiles para aprender a algún oficio, de cara a una reinserción en el mundo del trabajo y en la sociedad.

Este tipo de estructura es la primera en Italia y hasta el momento la única con estas características. El responsable, Doctor Lillo Di Mauro, presentó al Papa los esfuerzos cumplidos para realizar esa estructura, con la importancia de restituir a la sociedad un espacio recalificado, y, al mismo tiempo, desarrollar un proyecto de civilización y de gran humanidad.