Durante su visita al país, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, entregó al presidente Mauricio Macri documentos clasificados en los cuales se revela que su país conocía de las ejecuciones y torturas que se realizaban en Argentina bajo la última dictadura cívico-militar.

Lejos de que quede circunscripto a la geografía nacional, el tema tuvo repercusión internacional, tal como lo reveló la columnista Silvia Ayuso del diario El País de España.

En su nota, la periodista ibérica expuso que “la administración de Jimmy Carter (1977-1981) ejerció una creciente presión diplomática para lograr el cese de las violaciones de los derechos humanos en Argentina, pero los esfuerzos se vieron limitados por intereses geopolíticos, entre ellos el deseo de frenar el avance de la URSS en Sudamérica, según el Plan de acción para Argentina 1980/81, que ocupa 11 de las 1.081 páginas desclasificadas”.

“Los documentos difundidos por Washington, correspondientes al periodo 1977-1980, revelan el progresivo conocimiento de las atrocidades cometidas por los militares. El primer encuentro al más alto nivel entre los mandatarios de ambos países tuvo lugar en Washington en septiembre de 1977. En el acta de esa reunión se señala que Carter expresó a Videla ‘su admiración por los logros obtenidos por el Gobierno argentino en su lucha contra el problema del terrorismo y la reconstrucción de la economía argentina’. Además, le preguntó ‘qué pasos adicionales podrían darse para aliviar la preocupación en Estados Unidos (que Carter planteó que podía ser ‘exagerada’) sobre la situación de los derechos humanos en Argentina», relató más adelante.

En otro tramo de su columna, Ayuso describió: “La capacidad de Videla para engañar a la comunidad internacional se ve también en un perfil confidencial redactado por las autoridades estadounidenses cuatro meses después. El texto lo presenta como ‘un devoto padre de familia y devoto católico’ de carácter moderado que ‘parece genuinamente aborrecer los excesos de los que son culpables algunos militares’. El dictador más cruel que jamás haya conocido Argentina, que murió en la cárcel en 2013 sin haberse arrepentido de nada, era descrito en 1978 como un líder que intentaba evitar la confrontación y, por eso, ‘dado que la mayoría de líderes militares reclamaban medidas duras contra el terrorismo, él tenía dificultades para oponerse al consenso’.

En este enlace, todos los documentos desclasificados