“El neoliberalismo elogia la economía chilena y postula que Argentina debería imitar ese camino. No mencionan el papel central de Codelco”, dice en la introducción a su nota Javier Ortega, doctorado en Derecho Público y Economía de Gobierno y docente en la Universidad Nacional de Avellaneda.

En dicha nota de opinión, publicada por Página 12, se pregunta el autor: ¿Se imaginan si en Argentina alguien dijera que va a nacionalizar todo el complejo exportador granario-oleaginoso y ponerlo bajo la administración de una empresa pública?. Las exportaciones de aceites, granos y derivados –agrega- representan el 46 por ciento de lo que el país vende al mundo. Similar gravitación tiene para Chile el cobre, que equivale al 50 por ciento de sus exportaciones”.

Posición de oligopolio

Con respecto a las ventas de granos y aceites de Argentina a otros países, dice Ortega que comercializadoras como Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera y demás firmas transnacionales tienen una posición oligopólica dominante en el mercado. “No solo por ser los jugadores más fuertes”, aclara, sino porque comercian intrafirma.

En ese aspecto, pone como ejemplo que Cargill Argentina le vende soja a Cargill China. “Está a ambos lados del mostrador. Así, estas firmas fijan un precio bajo cuando compran al productor argentino. Luego, cuando exportan esa producción ya comprada, lo hacen al precio más alto que realmente se paga en el exterior. En esta intermediación, se quedan con parte de la renta que le correspondía al productor argentino.

¿Qué sucede en Chile?

“En cuanto a Chile –dice el analista-, país que los economistas neoliberales ponen como ejemplo, ¿con el cobre pasa lo mismo? En absoluto. El gran jugador hegemónico en la explotación y exportación de ese mineral es el Estado, a través de una empresa pública llamada Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile)”.

Es la productora de cobre más grande del mundo, representando el 10 por ciento de la producción a nivel mundial y el 33 por ciento de la producción chilena, posición que le permite regular ese mercado en el vecino país.

La expropiación que en 1971 se hizo de las empresas privadas y trasnacionales que explotaban el cobre en Chile dio origen a Codelco. “¿Quién hizo esta expropiación? El gobierno comunista de Salvador Allende. Luego, en el golpe de estado de Augusto Pinochet que lo derroca, se implementaron reformas económicas que fueron el experimento neoliberal de Sudamérica. Pero con una estratégica excepción. Al cobre no lo privatizaron. Es más. Las compañías expropiadas no solo que no fueron devueltas sino que se unificaron en la empresa estatal Codelco. Y para que nadie la toque, Pinochet creo la Ley Reservada del Cobre: el 10 por ciento de las utilidades por exportaciones de Codelco va directamente a las Fuerzas Armadas de Chile. Lo que significa que todo neoliberal que quiera privatizarla, primero tiene que animarse a convencer a los militares chilenos”.

Omiten el punto central

Dice luego Ortega que “esto que es medular para entender la economía chilena en general, no es explicado cuando se la analiza. Al contrario, se pasan hablando de las reformas liberales de Chile pero omiten ese punto central. En otras palabras, silencian que el país trasandino obtiene su máximo beneficio exportador competitivo gracias a las medidas que tomó un presidente comunista: Salvador Allende.

“Entonces –dice por último-, cuando los neoliberales vernáculos digan que Argentina tiene que imitar a Chile, lo primero que se debería hacer entonces es expropiar las transnacionales que manejan el complejo granario y oleaginoso. Esta sería la mejor copia del modelo chileno”.