El mandatario estadounidense, Barack Obama, y el presidente electo Donald Trump se han reunido este jueves en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde se comprometieron a trabajar juntos para la patria. A primera vista el encuentro parecía distendido, pero la experta en lenguaje corporal Patti Wood detectó cierta tensión entre el hombre más poderoso de Estados Unidos y la persona elegida para reemplazarlo.
Obama estaba «extremadamente fatigado, resignado y desesperanzado», mientras que Trump estuvo «vacilante, serio y quizás temeroso», ha explicado Wood al periódico ‘The Daily Mail’.
«Si miras cómo se sientan… ambos adoptan la posición masculina, alfa, diciendo ‘Yo soy un hombre'», afirma la experta. Sin embargo, Wood añade que las piernas de Obama están mucho más separadas, lo que demuestra fuerza y revela que su subconsciente está diciendo «todavía estoy en la cima».
Pero lo que llamó más la atención de Wood fueron las manos de Trump, que estaban en «posición de oración invertida», algo atípico en el presidente electo. «Trump sostiene sus propias manos mientras empieza a hablar, lo cual es una indicación de que necesita ser confortado», explica.
En cambio Obama cuando gesticula apoya los brazos en las piernas. «Eso no es típico de Obama, y me dice que está cansado», explica.
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