El jefe de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Pedro Potocar, está involucrado en una investigación por presunto pedido de coimas a comerciantes y a cuida coches, por parte de ex integrantes de la comisaría 35, en el barrio porteño de Núñez, por la cual fueron procesados con prisión preventiva comisarios, subcomisarios y oficiales de la Policía Federal.

A los comercios se les exigía el pago de entre $ 1.500 y $ 3.500, aunque en casos de mayor facturación la suma llegaba a los 25 mil pesos. Por su parte, los “trapitos” debían pagar entre $ 400 y $ 500 por semana, para poder «trabajar tranquilos», sin actas contravencionales.

Un largo listado

Entre los comercios figuran la cadena de gimnasios Megatlón, albergues transitorios como J&J, El cisne o Black Jack, restaurantes como Tucson, Boutique de pizzas, Checho, bares como Tienda de Café o Café Barocca, la heladería Chungo, la zapatería Ricky Sarkany, la Concesionaria AP Automóviles, un supermercado Carrefour Express Market y el club náutico Bouchard, entre otros.

En el marco de esta causa, y tras un pedido del fiscal José María Campagnoli, en marzo el juez de instrucción porteño Ricardo Farías dictó la captura de los subcomisarios Marcelo Stefaneti, que se desempeñaba en la División Comando y Control del 911; Hernán Kovasevich, de la División Antidrogas Especiales y de Alberto Codaro, quien amplió la investigación en la que ya están procesados otros cuatro policías por “asociación ilícita”.

Un arrepentido

Según informó el matutino Tiempo Argentino, Stefanetti declaró en la causa bajo la figura de «arrepentido» y narró que el sistema de recaudación incluía la facturación de horas no trabajadas.

«Las planillas son meramente papeles para que las pueda ver la circunscripción, pero el tema está en el mail con el programa encriptado que se manda a la Dirección General de Comisarías… Eso se cobra por cajero, depositan el dinero que correspondía al día prevencional a X persona, sin cumplirlo obviamente, y la persona lo cobraba y le hacía entrega del dinero al inspector, y éste al director general José Pedro Potocar», explicó Stefanetti.

Además, en el expediente de la causa el policía José Horacio Martínez declaró que los comercios y trapitos abonaban esas sumas de dinero a las autoridades para que estas garantizaran «a los comisarios y demás autoridades inferiores su ‘cobertura’, haciendo alusión a la impunidad que tenían por futuros procesos judiciales o administrativos que pudieran iniciarse en su contra».

Involucrado el actual jefe

Potocar fue designado por Horacio Rodríguez Larreta como jefe de la Policía de la Ciudad, pero previo a esto, fue titular de la Dirección General de Comisarías. En un allanamiento realizado a la Comisaría 35 de la ex Policía Federal, el fiscal José María Campagnoli y el juez Ricardo Farías secuestraron del despacho del comisario Norberto Federico Villarreal un cuaderno con anotaciones manuscritas sobre supuestas sumas dinero.

Según los investigadores, las aclaraciones «sub» aluden a los subcomisarios de la seccional 35; «Zona», a la Circunscripción VII; «SSM», a la Superintendencia de Seguridad Metropolitana y «DGC» a la Dirección General de Comisarías, y la repartición que estaba a cargo de Potocar.

Según Tiempo Argentino, en el cuaderno también se lee «Gorda-12», y al parecer hace mención a la comisario inspector Susana Aveni, jefe de la Circunscripción VII (“Zona”), detenida, procesada y embargada como supuesta «organizadora» de la asociación ilícita. Hacia abajo en la cadena de mando estaba Villarreal y hacia arriba, Potocar.