Por el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo

Según publicó este Observatorio días atrás, la demanda de electricidad a nivel nacional para el primer semestre de 2017 cayó un 2% en relación a igual período del año pasado (ver bibliografía). El sector más perjudicado, el residencial, no sólo por el desplome del 4,6% interanual entre primeros semestres sino por haber registrado expansiones del 7% promedio entre 2014 y 2016 (inclusive).

En el presente informe se analizan las diez provincias con los mayores niveles de demanda residencial. Como no podía ser de otra manera, el impacto del tarifazo resulta ostensible y más que alarmante. En la Argentina del «supermercado del mundo» hay cada vez menos energía para la ciudadanía. Y no hay provincias que se salven, siquiera las tradicionales pampeanas, pues cuanto mayor y más contundente la exclusión social, más eficiente el modelo neoliberal.

Fuente: Elaboración OETEC en base a datos de Naciones Unidas y su Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 2015 y del Banco Mundial (consumo eléctrico per cápita) -escala logarítmica-. La relación entre el consumo de energía por habitante y la calidad de vida de esa población, su expectativa de vida, índice de desarrollo humano es directamente proporcional. Las naciones con economías más modernas y desarrolladas exhiben mayores consumos energéticos y, por supuesto, alcanzan los mayores niveles de IDH.

Demanda de electricidad sector residencial: desplome del 4,6% a nivel nacional

Observando lo sucedido con la demanda residencial de electricidad para los primeros semestres entre 2013 y 2017, se destacan los siguientes puntos (ver gráfico): 1) El notable crecimiento del 7,3% entre 2013 y 2015; 2) En 2016, el crecimiento fue aún mayor, 7,6%; 3) En 2017, se registró un desplome alarmante: de 7,6% a -4,6%; 4) Nuevamente, el peor desplome desde 2013 (como mínimo), siendo el sector más afectado por el tarifazo.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

Demanda residencial por provincias

En la tabla de abajo, las primeras diez provincias con las mayores demandas para este sector. Entre todas explican el 86% de la demanda residencial total de la Argentina:

Fuente: Elaboración OETEC en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

Pues bien, obsérvese ahora la variación entre los primeros semestres para los años seleccionados:

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

Las diferencias en los promedios son clarísimas, y no existe variación de temperatura que valga (de hecho se cubren dos estaciones) para justificarlas.

Diez hallazgos

1) Entre los primeros semestres de 2015/14 y 2016/15, los promedios en las tasas de crecimiento son prácticamente los mismos para las tres primeras provincias (Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba), las primeras cinco (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Chaco) y el total de las diez.

2) Dos explicaciones para el punto anterior: a pesar de la implementación de salvajes políticas de ajuste ni bien asumido Macri, la demora en la implementación del tarifazo no alcanzó a modificar los hábitos de consumo de los hogares y su «mala costumbre» de vivir dignamente. Habría que comparar los segundos semestres y observar si la similitud se mantiene.

3) Al comparar los semestres de 2017 y 2016, la diferencia es abismal, por supuesto, desfavorable para el primero. Aquí se aprecia el tarifazo en toda su dimensión (recordar que los incrementos se verificaron a partir de la segunda mitad de 2016).

4) La demanda para Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba (juntas explican el 65% de la demanda residencial total) pasó de un promedio del 6,5% entre 2014 y 2016 a una caída del 7% promedio entre 2017 y 2016. El peor desplome lo registró Santa Fe, seguido de Buenos Aires y Córdoba.

5) Si sumamos las demandas de estas tres provincias, se observa que los hogares bonaerenses, santafecinos y cordobeses consumieron en el primer semestre de 2017 menos energía que en el primer semestre de 2015, esto es, dos años atrás:

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

6) El promedio de las primeras cinco provincias (explican el 72% de la demanda residencial total) se desplomó de una tasa de crecimiento del 8% entre 2014 y 2016 a -4% entre 2017 y 2016.

7) Las primeras diez provincias en cuanto a su participación en la demanda residencial y que explican el 86% de la demanda total, registraron una caída promedio del 3% (no se contemplaron los dos valores que salen de la media).

8) Las diez provincias seleccionadas registraron incrementos de sus demandas residenciales entre 2014 y 2016. No obstante, entre 2017 y 2016 seis sufrieron fuertes retracciones, dos de ellas moderadas (Mendoza y Tucumán).

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

9) Las excepciones en los retrocesos fueron Chaco y Misiones, con subas interanuales en 2017 del 2,4% y 12,4%, respectivamente. Solamente Misiones tuvo un crecimiento neto en relación a 2016, ya que Chaco cayó 8 puntos porcentuales.

10) La demanda residencial sumada de las diez provincias seleccionadas sufrió una caída abrupta del 5% entre los primeros semestres de 2017 y 2016. Cabe señalar que la variación entre iguales períodos de 2016 y 2015 había sido positiva en un 7,6%, mientras que del 7% entre 2015 y 2014.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA (Junio de 2017).

Conclusiones

De las diez primeras provincias con los mayores niveles de demanda residencial, ocho de ellas registraron caídas, siendo seis significativas e inéditas. Las mismas diez provincias, entre los primeros semestres de 2014 y 2016, habían evidenciado crecimientos más que importantes.

Existe una relación estrecha y directamente proporcional entre el consumo de energía per cápita y la calidad de vida de esa población, su expectativa de vida e índice de desarrollo humano (IDH). Las naciones con economías más modernas y desarrolladas exhiben mayores consumos energéticos y, por supuesto, alcanzan los mayores niveles de IDH.

Pero en la Argentina del «supermercado del mundo» hay cada vez menos energía para la ciudadanía. Y no hay provincias que se salven, siquiera las tradicionales pampeanas, pues cuanto mayor y más contundente la exclusión social, más eficiente el modelo neoliberal.

Fuente: Elaboración OETEC en base a datos del Banco Mundial, 2013.

La administración neoliberal debería explicarle a la población qué consumo eléctrico per cápita pretende alcanzar hacia fines de 2019. El promedio de las 10 últimas naciones implica una reducción del consumo del orden del 80%. Tomar la decisión de avanzar en sentido inverso, esto es, en dirección a los países «serios» implicaría un incremento del 25% si lo que se desea es igualar el promedio de las 10 primeras naciones/regiones. Entre ellas, las subdesarrolladas, desindustrializadas y atrasadas (si hemos de creer la máxima presidencial de que «consumir mucha energía es malo»): Noruega, Canadá, Finlandia, Suecia, EE.UU., Australia y Japón.

El gran apagón neoliberal se propone ordenar el país heredado, restringiéndolo por la fuerza a uno compatible con los intereses del modelo agro-energético exportador en el que el 99% de la población y al menos el territorio de 19 de las 23 provincias están de más.