El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa se despidió hoy de sus compatriotas porque viaja a radicarse en Bélgica, de donde es oriunda su esposa, con un mensaje en el que destacó que tras su administración queda “un país transformado, pero aún en proceso” y cuestionamientos a su sucesor, Lenín Moreno, con quien exhibieron diferencias en los últimos días.

“Llegó el día, Patria querida. Debo partir. Dejamos un país transformado pero aún en proceso. Lo sembrado es tanto y tan profundo que no debemos temer por lo efímero que se llevará el viento”, remarcó Correa en su cuenta de la red Twitter.

Escribió además que “nada de lo mediocre y desleal permanecerá” y subrayó que “el país ya conoció lo grande, lo correcto, lo bien hecho”. “El país tiene hoy memoria e inteligencia colectiva. ¡Hasta la victoria siempre!”, finalizó.

Correa se quedará un tiempo indefinido en Bélgica, para cumplir con una promesa que, según contó varias veces, le hizo a su esposa, Anne Malherbe, para cuando terminara su gestión al mando del Palacio de Carondelet, del que se fue el 24 de mayo.

Su viaje ha provocado renovadas muestras de apoyo entre sus seguidores más acérrimos y el movimiento Alianza País convocó a una concentración para despedirlo en las afueras del aeropuerto, donde se juntaron con carteles y banderas del oficialismo y con banderas de Ecuador.