“Muchas personas dicen que ya vieron al Cirque, que estuvo acá cinco veces. Pero esto es algo completamente distinto. Tenemos 18 shows y cada uno es especial y único”, insistió Ron Kellum, director artístico del espectáculo. Entre otras cosas, lo distinguió porque se trata del “más acrobático, con más habilidades. Es un espectáculo mágico”.

Con estas palabras, en la conferencia de prensa realizada ayer en un elegante salón de la Rural, Kellum dejo sentadas las primeras impresiones sobre el show que traerá el 21 de abril de 2016, la compañía de circo más famosa del mundo, con sede en la ciudad canadiense de Quebec.

“‘La producción es muy dinámica, distinta a todas las vistas en Argentina, plantea un regreso a la experiencia de asombrarse con el circo como si fuera la primera vez. Kooza trata sobre la primera experiencia que uno puede llegar a tener con el circo. Remite a sus orígenes, y a toda la emoción relacionada con la acrobacia y el humor de payasos y clowns, recuperando dos tradiciones que el Cirque du Soleil abrazó desde sus comienzos, en 1984: la acrobacia y el arte de los payasos. Habrá números con sogas, con trapecios y “uno completamente nuevo”, que se sucederán en una atmósfera musical que combinará pop y melodías indias.

El nombre de esta nueva creación del Cirque remite a una palabra de origen sánscrito que significa «caja, cofre o tesoro» y fue elegida porque uno de los conceptos centrales de la producción que se verá el año próximo en Argentina es la idea de «un circo en una caja», la vuelta a la intimidad de los números.

La puesta, tiene un elenco de medio centenar de integrantes procedentes de distintos lugares del mundo, como los contorsionistas de Mongolia, o una familia de cinco generaciones de artistas españoles, capaz de recuperar la tradición de las pruebas sobre la soga.

En esta oportunidad, el espectáculo sólo realizará funciones en esta ciudad y dadas las nuevas hojas de ruta diseñadas para las futuras giras de la compañía, no pueden precisar cuándo se los verá nuevamente, luego de las funciones de «Kooza».

Como la idea del show es recuperar aquel espíritu circense, la carpa se despedirá del tono blanco que mostró en «Corteo”, para retornar a “los colores de bandera del Cirque, el azul y blanco, en un diseño especial”, preciso Patrick Flynn, director general del show.

“La dinámica -continuó- se basa en las acrobacias, capaces de generar adrenalina en el público de cualquier edad,  pero exigen la presencia de toda una logística de puesta, por eso recién en dos semanas tendremos definido el predio donde instalaremos la carpa”.

Las funciones de “Kooza” seguirán en Vancouver para venir en marzo del año próximo a Latinoamérica, donde se presentarán en Uruguay, país adonde el grupo llega por vez primera, para recalar en abril en Buenos Aires.

La sexta visita del Cirque promete un balance interesante entre diferentes acrobacias y la presencia de los clowns, encargados de llevar adelante la historia de «Inocente», un personaje que emprende una suerte de itinerario existencial para encontrar su propio espacio, un viaje donde la burla del bufón convive con la intensidad del trabajo de los cuerpos.