El 75% de los asesinatos que se cometieron en México en 2017, el año más violento en dos décadas, fueron ejecuciones del crimen organizado, lo que representó 18.989 homicidios sobre un total de 25.339 muertes dolosas, informó hoy la ONG Semáforo Delictivo.

«El 75 % de esos homicidios fueron ejecuciones del crimen organizado, relacionados con la lucha de ‘plata y plomo’ por el control de territorios. (Es decir) 2017 cierra con 18.989 ejecuciones del crimen organizado, un alza de 55 % con respecto del año anterior», destacó la ONG en un comunicado.

Este 2017, el penúltimo de Enrique Peña Nieto como presidente, fue el año con más asesinatos en México de las últimas dos décadas, con 25.339 homicidios, un 23 % más que el pasado año.

En 2016, el porcentaje de homicidios relacionados con el narcotráfico representó el 59 % del total, y el único año con una tasa parecida a la del 2017 fue el 2011, cuando las muertes vinculadas al crimen organizado representaron el 74 % del total.

Hasta ahora, el año más violento era 2011, todavía con la administración de Felipe Calderón (2006-2012), con 22.409 homicidios, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

«Empezamos a ver estados en rojo que antes no aparecían en este mapa como Aguascalientes y Quintana Roo, lo que confirma que la violencia se ha extendido a prácticamente todo el territorio nacional y que ninguna región está exenta de caer en un deterioro extremo», dijo el titular de Semáforo Delictivo, Santiago Roel, citado por la agencia EFE.

Por zonas, los cárteles se disputan el norte de México por el tráfico hacia Estados Unidos de drogas, el narcomenudeo y los conflictos fronterizos.

En el oriente del país, las disputas entre bandas armadas se producen por trata de personas. En el centro y sur del país, el conflicto se desata entre cárteles por el cultivo de heroína, mientras que en el sureste y el Caribe se vincula al narcomenudeo.

La tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes en el país cierra con 21. Los estados con tasas superiores a 40 son Colima (99), Baja California Sur (76), Guerrero (65), Baja California (61), Sinaloa (45) y Chihuahua (43).

Hay 14 municipios en cinco estados con tasas de homicidio superiores a 100 (por cada 100.000 habitantes), entre ellos las zonas turísticas de Acapulco, Zihuatanejo y Los Cabos.

«No hay autoridad municipal o estatal que pueda con esto», remarcó Roel.

El representante de Semáforo Delictivo insistió en la regulación de las distintas drogas como única alternativa para hacer frente a la violencia extrema.

«Es momento de resolver el asunto de fondo. Cada droga tiene sus riesgos, no se pueden regular de la misma manera. Es momento de voltear a ver a los países que han reducido radicalmente los daños como Suiza en el caso de la heroína o aquellos que incluso han generado negocios con las drogas de uso terapéutico y medicinal», concluyó.