Dos procesos eleccionarios que definirán el futuro de la región tuvieron lugar este domingo y los resultados, definitivos en Brasil y parciales en Uruguay, permiten vislumbrar la continuidad de las políticas progresistas en el sur del continente.
Con un ajustado resultado, por sólo tres puntos sobre su oponente, Dilma Rousseff logró imponerse en el balotaje que le otorga cuatro años más de gobierno. Con un 51,56 % de los votos logró su reelección que se renueva el 1º de enero del 2015. El voto electrónico permitió que a las 19 del domingo los resultados definitivos de las mesas escrutadas le otorgaran el ajustado, pero triunfo al fin a la candidata de PT.
La presidenta reelecta se comprometió a seguir trabajando para el pueblo brasileño, para lo cual impulsará una reforma política que será el principal tema a discutir en el Congreso, también se comprometió a impulsar la industria y sobre todo a combatir la corrupción y para eso es necesario fortalecer las instituciones para terminar con la impunidad.
A pesar de las campañas de los medios hegemónicos de Brasil, y en especial la que lanzó la revista Veja dos días antes del balotaje, acusando a Dilma Rousseff y a Lula Da Silva de corrupción, la candidata del Partido de los Trabajadores logró imponerse en las urnas y demostrar que el país no está dividido, sino que existe un sentimiento común y es el deseo de un futuro mejor para todos los brasileños.
El triunfo del PT en Brasil permite la continuidad de las relaciones bilaterales con Argentina, a pesar de algunas diferencias, el compromiso de ambos países de trabajar por mejores condiciones para los pueblos de la Patria Grande sigue intacto.
Por otra parte, en Uruguay, Tabaré Vazquez logró imponerse con un 45,98 % de los votos, diez puntos por sobre su oponente Lacalle Pou que logró obtener un 31,41 %, si bien todavía no se conocieron los resultados definitivos, el 85 % de las mesas escrutadas marcaron esas tendencias lo cual indica que habrá segunda vuelta el 30 de noviembre.
Con este contexto, Lacalle Pou buscará aliarse con los colorados para lograr la mayoría de votos en la segunda vuelta. Los resultados indican que no habrá mayoría parlamentaria, por lo tanto quien obtenga el triunfo para el próximo mandato deberá buscar el consenso entre las distintas fuerzas políticas.
