La cámara que agrupa a los fabricantes argentinos de los sectores eléctrico, electrónico y luminotécnico reveló hoy que en el primer semestre de este año, comparado con el de 2015, «el 68% de sus industrias disminuyeron su facturación en un promedio de 31%».

«Es necesaria una política de administración del comercio exterior inteligente que apuntale al desarrollo de una industria competitiva a nivel global», planteó a través de un comunicado de la entidad el presidente de Cadieel, Jorge Luis Cavanna.

El titular de Cadieel, alertó además que hay sectores que alientan una «apertura irresponsable de la economía que pone en riesgo cientos de miles de fuentes de trabajo».

«Esto repercute fuertemente en el nivel de empleo: 95% de nuestras pymes trabajan a un solo turno y un 45% debió reducir en un cuarto su plantel. En tanto que cuatro de cada diez exportadoras bajaron en un 25% promedio sus ventas al mundo», explicaron desde la entidad.

«Hay importadores que quieren hacer su negocio hoy y apelan a argumentos que sin ninguna duda nos alejarán cada vez mas del proyecto de país sustentable con pobreza cero que propone el gobierno nacional», consideró Cavanna.

El dirigente empresario puso de relieve que «cuando se compra un producto argentino, se compra trabajo e inteligencia argentinos y se crea una dinámica de valor que se vuelca en toda la economía; son salarios que van al consumo y a favorecer la mejora en la calidad de vida de las personas y son impuestos que vuelven en forma de escuelas, hospitales y caminos».

Cavanna también remarcó la importancia de «una fuerte intervención del Estado a la hora de trabajar en remover las distorsiones sistémicas de la economía que, pese a su buen nivel de productividad y altos estándares de calidad, restan competitividad».

«Hoy los costos argentinos de los insumos básicos como hierro, acero aluminio o cobre, sumados a los tributarios, los de de energía; infraestructura y logística y -fundamentalmente los financieros, exceden en mucho los valores internacionales de nuestros competidores por lo cual si, además abrimos en forma irrestricta nuestro mercado interno al ingreso de productos extranjeros, estaremos firmando el certificado de defunción de las pymes argentinas que no sólo explican siete de cada diez empleos sino que son un factor dinamizador y de progreso de las comunidades donde se asientan», explicó Cavanna.

En ese sentido, recalcó que la industria argentina «no pide ventajas abusivas ni subsidios sino poder competir en igualdad de condiciones», para lo cual es necesario que «el Estado construya un marco de competitividad equivalente al que se le presenta a las industrias extranjeras».

Indicó además que «mientras se genera este escenario se deben conservar las fuentes de trabajo, algo que no se logrará mediante una apertura indiscriminada de las importaciones».

El dirigente de Cadieel celebró que en el proyecto de ley pyme se haya incorporado un artículo que crea un ‘consejo asesor´ para analizar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas en un ámbito en el que Estado, industrias y sindicatos generen propuestas para el desarrollo competitivo.

«No podemos perder ni un minuto para ponerlo en marcha. Hay que empezar a trabajar para llenarlo de contenido y generar propuestas concretas que nos lleven a mejorar cada día para eliminar las trabas sistémicas de nuestra economía que dificultan nuestra competitividad y desarrollo, y mientras se alcanza esa madurez tenemos que defender las fuentes de trabajo, porque para los industriales argentino la gente no es un número: son nuestros vecinos, tienen un nombre, un apellido y una historia y es nuestra responsabilidad cuidarla», exhortó Cavanna.

Cadieel representa a más de 3.000 industrias tecnológicas que exportan productos de altísimo valor agregado a más de 60 países en los cinco continentes, y emplea a más de 38.000 técnicos y profesionales de alta calificación