«Mi objetivo es impulsar una reforma política en el Congreso y debe ser convalidada por la sociedad por medio de una consulta popular», apuntó la presidenta Dilma Rousseff en su discurso tras la victoria obtenida por el 51,64% de los votos sobre el candidato socialdemócrata, Aecio Neves, que recogió un 48,36% de las preferencias del pueblo brasileño.

En su discurso tras saber el resultado de la elección, Dilma apeló a la moderación, al llamado al diálogo y a la unidad brasileña tras un objetivo común: “avanzar”. Además, en su claro intento de atenuar el tono caliente de la campaña, la presidenta expresó que «la mayor de todas las prioridades es unir a Brasil en torno de un proyecto honrado que dignifique a todos los brasileños».

A la espera de las primeras medidas de gobierno efectivas, atrás quedaron las afirmaciones de los laboratorios mediáticos que hasta llegaron a postular hace pocos días a Marina Silva como probable presidenta.

Disputa “a la uruguaya”

El Frente Amplio que postuló a Tabaré Vázquez como presidente, no pudo evitar el balotaje con el Partido Blanco de Lacalle Pou a pesar de haber sacado una diferencia de más del 10% en la elección de ayer.

Con el 84 % de los votos escrutados, Tabaré se impuso con un 46% de las preferencias del pueblo uruguayo mientras que Lacalle Pou obtuvo el 31%. Ya fuera de la elección del próximo 30 de noviembre, Pedro Bordaberry, el tercero más votado, alcanzó un escuálido 13%.

Sin hacer declaraciones a la prensa, Pedro Bordaberry ya dejó saber con qué espíritu apoyará a Lacalle, al ser sorprendido por un micrófono cercano cuando saludó al dirigente Da Silveira y le dijo: “Vine para que hagan mierda a Tabaré Vázquez”.