“Tenemos más de 150 telegramas de despidos oficiales”, advirtió el secretario general de Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Jorge Ávila, quien además indicó que espera respuestas alentadoras en la reunión de este jueves en el marco de la Mesa de Energía.

Las expectativas que tienen los dirigentes sindicales de la industria petrolera, en el marco de las negociaciones que se llevan adelante en Buenos Aires, no son muy alentadoras. Es que la realidad los tiene de cachetazo en cachetazo.

“Los despidos no se han podido detener, tenemos cerca de 150 telegramas de despidos oficiales”, describió Avila – en diálogo con Radio Del Mar – y sostuvo que si bien “la situación está muy complicada, lo que pedimos es mantener los puestos laborales”.

La denominada Mesa de Energía fijó encuentros más frecuentes entre el gobierno provincial, el Ministerio de Energía de la Nación, las operadoras y los sindicatos. Desde la cuenca chubutense se prevé una inversión extra y cordar un precio para el gas.

“Si no hay incentivo y el Gobierno Nacional no tiene en cuenta a Chubut, va a costar el doble defender los intereses de Comodoro”, apuntó Avila.

En una planta de gaseosas

En otra provincia, Córdoba, el panorama laboral también es inquietante, como el caso de la planta de Coca-Cola, donde los trabajadores denunciaron despidos masivos, sin causa. Son más de 40 operarios y prevén que llegarán a 120, todos con afecciones físicas culpa del esfuerzo manual de las tareas.

Según aseguraron, la firma posee un listado de 120 personas que presentan diversas lesiones y enfermedades crónicas producto del esfuerzo físico que requieren ciertas tareas y es en base a dicha nómina que se estarían efectuando las cesantías.

“A esos los han ido despidiendo en etapas. Ahora echaron a 40 contratados y 12 personas efectivas”, especificó uno de los perjudicados, quien recibió la notificación formal a través de una carta documento.

Los empleados entienden que ante los bajos niveles de producción, la empresa decidió reducir su planta y comenzó con aquellas personas que poseen afecciones físicas debido a las tareas de carga y descarga que aún se realizan de forma manual.

“Tenemos hernia de disco, problemas en las muñecas, en los hombros, porque acá el trabajo que se hace es a mano. Recién hace dos o tres años empezaron a automatizar las herramientas ya que hay más de 120 operarios con problemas. Si yo salgo a buscar laburo en otro lugar, no me van a dar, porque ya no le sirvo a nadie”, manifestó uno de los empleados despedidos.