Justina Lo Cane es la mayor de tres hermanos. Cuando tenía un año y medio de edad fue diagnosticada con una cardiopatía transgénica. Hoy con 12 años corre riesgo su vida a causa de su enfermedad.

Justina está internada hace 3 meses en la Fundación Favaloro y los últimos 60 días los pasó en terapia intensiva. Hoy está en estado crítico y necesita un trasplante de manera urgente. La tía de la nena, Milagros, aseguró en diálogo con Infobae que «Justina está muy débil, está muy deteriorada».

La niña de 12 años espera junto a su familia el corazón que tanto necesita y está primera en la lista de urgencias para recibir el órgano. Producto de su enfermedad, Justina sufrió una trombosis en una de sus piernas y tuvieron que amputarle los cinco dedos del pie.

Según los datos obtenidos, un donante puede salvar hasta siete vidas. Asimismo, Juan Carr, creador de Red Solidaria, informó que de las 800 personas que mueren por día, solo 10 son donantes.

Ayer, Paola Stello, madre de Justina, les envió a los padres de niños que no gozan de un buen estado de salud este mensaje: «Quiero decirles a estos papás y mamás, sé que no es fácil una decisión como la que tienen que tomar, pero sí saber que (si donan) van a hacer el acto de amor más grande, que es permitir continuar la vida de otros, como es la de Justina».

Por su parte, Milagros, tía de Justina, afirmó: «Es muy angustiante estar esperando ese llamado, es estar alerta todo el tiempo».

«Lo que queremos es que se conozca este caso, llegar a la gente para que Justina pueda recibir el corazón que necesita», continuó. Además, Milagros hizo referencia a la campaña de concientización y aseguró que «la gente tiene que saber» sobre la situación que viven los que tienen que esperar para recibir un órgano que salve sus vidas.

La campaña se trasladó a las redes sociales en las que se pide desesperadamente difusión. En Facebook se puede encontrar como «Un corazón para Justina», grupo en el que la madre publicó una estremecedora carta, y en Twitter se puede encontrar como #UnCorazónParaJustina.

La situación de Justina hizo que la familia se uniera más. Su abuela, María Inés, trabaja en el poder judicial y se tomó licencia para poder dedicarse completamente a su nieta.No se separó de ella desde el primer día de internación. Del mismo modo, su abuelo Eduardo pasa los días angustiado por la salud de su nieta, esperando, razando y suplicando para que aparezca el corazón. Además, acompaña a los hermanos menores de Justina cuando Ezequiel o Paola (los padres) no pueden estar ya que están abocados a la niña.

Milagros contó que su relación fraternal con Ezequiel se fortaleció fruto de esta causa, ya que no tiene a sus padres vivos, y que los tíos de Justina lo sostienen a él y a Paola permanentemente.

Por otra parte, Laura, la tía de Salvador Salbucci, el niño de 13 años que recibió dos veces el órgano que necesitaba en una semana, ya se había contactado con Infobae y había intentado concientizar acerca de la donación: «Nosotros estamos al lado de Justina, una nena que está esperando un órgano hace más de dos meses, y los que le llegan no le son compatibles».

El proceso de anotación para ser donante es muy rápido y simple, y se puede encontrar en la página del Incucai.