La Fundación Pueblos del Sur publicó esta semana su informe correspondiente a mayo, enfocado en resaltar la preocupación existente entre diversos actores económicos por la política de endeudamiento externo adoptada por el gobierno nacional recientemente. El informe se titula “Cambio de rumbo: regreso al endeudamiento externo” y en él se aclara que “si bien el ritmo de endeudamiento público ya registraba una tendencia levemente creciente en la última etapa del gobierno de la Dra. Cristina Fernández, el volumen del nuevo endeudamiento, las condiciones a las que se contrajo, y el esquema económico general que enmarcan las medidas relativas al financiamiento público, sufrieron un cambio conceptual estratégico y de no menor magnitud a partir de la llegada del gobierno de Cambiemos”.

A partir de esa afirmación, el informe aporta una cantidad de datos que sustenta su preocupación y es, sin duda, atendible:

  • En 400 días de gestión, la deuda externa (en manos de residentes foráneos) alcanzó los 86.500 millones de dólares (17% del PBI), es decir, un 35,8% por encima de la registrada a finales del IV trimestre de 2015 y la tendencia es creciente, ya que en los primeros cuatro meses de 2017 ya se emitió más de la mitad de toda la deuda emitida en 2016.
  • Se registra un deterioro en la capacidad de pago de los compromisos asumidos por el país, ya que las divisas necesarias para el pago de la deuda (capital e intereses) a lo largo del año 2017 y 2018, asciende a la abrumadora de suma de 90.000 millones de dólares, y si sólo se consideran intereses (al suponer que el capital se cancela con  nueva deuda) la suma es de 22.401 millones de dólares, lo que representa casi la mitad de las reservas actuales del BCRA.
  • Este nuevo proceso de endeudamiento público se caracteriza además por un incremento en los avales y garantías para el endeudamiento de los gobiernos provinciales. Desde inicios de 2016 hasta abril del 2017, las emisiones provinciales en moneda extranjera (incluyendo CABA) alcanzaron un total de 10.126 millones; lo que nos lleva al punto siguiente.
  • En suma, entre enero de 2016 a abril de 2017, el Estado Nacional emitió deuda en moneda extranjera por un monto de USD 57.361,8 millones que, sumado a los USD 10.126 millones colocados por los gobiernos provinciales, se alcanza un total de USD 67.487,8 millones. En tan solo dieciséis meses, la deuda del sector público no financiero incorporó alrededor de USD 68.000 millones a su stock, donde el 58% representa a pasivos emitidos bajo jurisdicción externa.

El análisis presentado por la fundación es alarmante: “En vista de que, tal como estima el gobierno (Presupuesto Nacional enviado al Congreso), la economía argentina no tendrá un superávit comercial en los próximos años, el círculo vicioso de tomar deuda nueva para pagar deuda vieja, es un hecho inexorable que habla de la debilidad estructural del modelo y condicionará fuertemente la marcha de la económica nacional.  Además de presentar serios problemas de insolvencia, el esquema impulsado por el gobierno de Cambiemos, plantea el retorno al endeudamiento externo abusivo sin una orientación clara al crecimiento y el desarrollo nacional. Como se observa, el proceso de endeudamiento descrito, se ha orientado a financiar un creciente déficit fiscal (nacional y provincial), la fuga de divisas y el movimiento especulativo de capitales. El selectivo ajuste fiscal y la dilación en la puesta en plena vigencia del prometido plan de obras públicas, refleja que el notable aumento de las reservas del BCRA está orientado a solventar la fragilidad de un esquema sustentado en las finanzas y la especulación”.

La fuga de capitales en 2016 alcanzó los 21.448 millones de dólares, a los que deben sumarse 10.007, cifra correspondiente a la fuga de enero a abril del corriente año. Según Libres del Sur, “esto confirma el problema de insolvencia del esquema actual. Una economía que permite que salga del sistema productivo formal semejante cantidad de divisas (fundamentales para producción, la energía e insumos clave, entre otras cuestiones de carácter estratégico), se dirige inexorablemente al estrangulamiento externo y a la crisis del Balance de Pagos, como ya sufrió el país en otras oportunidades. Existen muchos argumentos para pensar que el proceso de endeudamiento público que está impulsando el actual gobierno, se aleja peligrosamente de los intereses nacionales y del bienestar general de los argentinos.”

Y agrega: “A ello debe sumarse lo dispuesto por los Decretos 29/2017, 231/2017 y 334/2017, que autorizan al Ministerio de Finanzas a emitir deudas futuras bajo la jurisdicción de tribunales y leyes de Nueva York y de Londres. Lejos de haber aprendido la lección de los conflictos sufridos por las condiciones de los canjes de deuda anteriores, la Argentina vuelve a renunciar a la jurisdiccional nacional y esgrimir la cláusula de soberanía nacional ante un conflicto con acreedores».