La crisis de refugiados que sacude a Europa dio hoy otra vuelta de tuerca cuando cuatro cadáveres fueron recuperados y más de 300 personas rescatadas luego de que una embarcación que trasladaba a cientos de migrantes más se hundiera en el Mediterráneo al sur de la isla griega de Creta tras haber partido de Egipto.

También hoy, la Cruz Roja elevó a 117 el número de cadáveres de migrantes hallados ayer en una playa de Libia a la que fueron arrastrados por el mar, en medio de un dramático repunte de las travesías de barcos con refugiados desde el norte de África hacia Europa por el virtual cierre de la ruta de Turquía a Grecia.

La Guardia Costera griega dijo que la nave que naufragó hoy, de 25 metros de eslora y similar a un gran barco de pesca, fue encontrada semi-hundida a unas 75 millas náuticas al sur de Creta, en aguas internacionales y dentro de la zona de operaciones de búsqueda y rescate de Egipto.

Un total de 340 personas fueron rescatadas y cuatro cadáveres fueron recuperados, dijo la Guardia Costera, que agregó que había recibido informaciones de que en el barco iban entre 400 y 500 migrantes, pero que no podía confirmarlo. Tampoco pudo precisar de dónde había salido la nave.

Desde Ginebra, un vocero de la intergubernamental Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo que el barco había salido del puerto egipcio de Alejandría con 700 personas.

«Nuestros informes dicen que la embarcación salió de Alejandría con 700 personas a bordo y que se han rescatado a 250», dijo el portavoz, Joel Millman, a la agencia de noticias EFE.

Además de tres barcos enviados por los guardacostas helenos, cinco embarcaciones civiles más que se encontraban en la zona están ayudando en las tareas de salvamento, para las que además Grecia ha desplazado un helicóptero Super Puma y un avión.

Más de 1,3 millones de personas, en su mayoría huyendo de las guerras en Siria, Irak y Afganistán, llegaron a Europa por mar y de manera irregular desde el inicio de 2015, provocando la mayor crisis de refugiados en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

La corta travesía marítima desde la costa turca a las islas griegas del mar Egeo era la ruta preferida de los migrantes hasta que los países de los Balcanes cerraron sus fronteras y la Unión Europea (UE) alcanzó un acuerdo con Turquía para frenar el aluvión de refugiados.

En virtud del pacto, los migrantes arribados a las islas griegas desde el 20 de marzo son devueltos a Turquía a menos de que consigan asilo en Grecia, un país sumido en una profunda crisis financiera en el que pocos migrantes desean establecerse.

El acuerdo provocó una drástica caída en el número de personas que llegan a las islas griegas desde Turquía. La agencia de control de fronteras europea Frontex rescató ayer a 164 personas en cuatro incidentes separados cerca de las islas de Lesbos y Quíos.

Antes del acuerdo con Turquía, miles de personas llegaban a Grecia todos los días.

Sin embargo, el pacto ha obligado a los refugiados y migrantes a buscar rutas alternativas, en especial la que va del norte de África al sur de Europa, que es mucho más larga y peligrosa.

Vale recordar que al menos 1.000 personas murieron la semana pasada en varios naufragios de barcos de migrantes que intentaron cruzar de África a Italia.

Los cuerpos de 117 personas que al parecer perecieron en uno de esos naufragios de la semana pasada fueron encontrados cerca de la localidad occidental libia de Zuwara, informó hoy la Media Luna Roja, luego de que ayer anunciara el hallazgo pero cifrara en 85 los cadáveres contabilizados.