Las ferias francas se multiplican en todo el país con cada vez mayor afluencia de público en busca de precios accesibles y alimentos sanos, pero el sector hizo una serie de pedidos al Gobierno para poder consolidarse.

Las ferias no reemplazan a los supermercados y no tienen impacto en los almacenes barriales, pero sí acercan productos frescos y diversificados a los consumidores a precios que son hasta un 50% más baratos que en los comercios tradicionales.

Los feriantes solicitan recientemente al Gobierno su inclusión en el Consejo Asesor de la Agricultura Familiar, apoyo en la obtención de su Personería Jurídica y acompañamiento para la conformación de una cadena nacional de comercialización.

Representantes de la Cámara se reunieron con el subsecretario de Agricultura Familiar, Patricio Quinos; el director de Comercialización, Luis Levin, y el asesor Santiago Bonifacio, en el ámbito del ministerio de Agroindustria.

A la reunión asistieron en representación de la Cámara de Ferias el presidente Domingo Escalante; la vice Margarita Ibañez; el secretario Roberto Burgos; y Laura Correa, una feriante correntina.

Los feriantes plantearon la necesidad de participar en el «Consejo de la Agricultura Familiar, campesina e indígena», órgano asesor y consultivo en la implementación de la «Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar», próxima a reglamentarse.

«En este tema hubo total apoyo», explicó Escalante a la agencia Noticias Argentinas y añadió que «como paso previo, desde la Secretaría se comprometieron a agilizar los trámites necesarios para lograr la Personería Jurídica de la Cámara».

Similar apoyo obtuvieron a la solicitud del fortalecimiento de la organización, con vistas a la creación de una «Cadena Nacional de Comercialización de productos de la Agricultura Familiar» que promueva la creación de nuevas ferias y el intercambio de productos entre las diferentes provincias.

La «Asociación Civil Cámara Argentina de Ferias Francas y Mercados Populares» fue creada en 2015 en el ámbito del entonces Ministerio de Agricultura de la Nación y participan representantes de organizaciones feriantes de la mayoría de las provincias, donde se funcionan cerca de 600 ferias francas.

Entre sus objetivos principales figuran la defensa y promoción de las ferias como productoras de alimentos sanos en todo el país, el impulso a los intercambios de productos entre ferias de diferentes provincias y la implementación de compras de alimentos por parte del Estado a las Ferias para ser destinados a instituciones públicas como escuelas y hospitales.

El crecimiento de las Ferias en Argentina

Las ferias francas, también llamadas «de la agricultura familiar», constituyen una modalidad de comercialización directa entre el productor y el consumidor. El control bromatológico de los productos está a cargo de los gobiernos municipales, y en los últimos años los feriantes organizados junto con diferentes instituciones avanzaron en la creación de sistemas participativos para garantizar la calidad de los alimentos.

Se calcula que existen cerca de 600 ferias en todo el país, con un mayor desarrollo en el noreste argentino: la Asociación de Ferias de Misiones, por ejemplo, reúne a más de 80 ferias.

Entre sus logros se encuentra la aprobación de una Ley Provincial que regula su actividad y un programa mediante el cual el Estado compra alimentos de las ferias para ser distribuidos a poblaciones de menores recursos.

Por su parte, los feriantes correntinos suman más de 30 ferias, manejan fondos de créditos para sus asociados y trabajan junto a Senasa y diversas instituciones para la inclusión de los productos de la agricultura familiar en el Código Alimentario Argentino.

Organizaciones similares se encuentran en plena formación en Formosa, Chaco, Santa Fe y Buenos Aires, como así también en la mayoría de las provincias.

Las ferias francas constituyen un elemento reactivador de las economías locales y son promotoras de la Soberanía Alimentaria a través de la venta de alimentos frescos, sanos y naturales.