Con la liberación de los precios de los combustibles dispuesta por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, lejos están de fluctuar hacia abajo. La nafta ya subió en octubre y otra vez este mes, y ahora fue el turno del gasoil.

Ante ese escenario, desde la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se mostraron criticos con la medida y acusaron al gobierno nacional de ejercer una politica de combustibles «imprevisible».

Dardo Chiesa, presidente de CRA, afirmó que “desde diciembre del año pasado, el sector agropecuario transfirió $13.000 millones extra por los aumentos del valor de combustible, de los cuales 70% corresponde al componente impositivo del gasoil”.

“El Gobierno dijo que la política de actualización de precios de los combustibles iba a ser previsible y es absolutamente imprevisible”, sostuvo el dirigente agropecuario, al tiempo que resaltó que “cuando sube el precio del gasoil, suben los costos del campo y también el transporte”.

Chiesa recordó que “la última suba de 4,5% en el precio del gasoil significa para el sector agropecuario poner $2.100 millones extra. De la cifra de aumento, sólo un punto y medio corresponde al valor del combustible”.

El rutalista lamentó que el aumento llegue “en pleno momento de cosecha y de siembra. El gasoil es un insumo constante en el sector agropecuario”.

Por último, recordó que la decisión del gobierno se suma al “aumento del 50% del impuesto inmobiliario en la provincia de Buenos Aires, otro de 40% en San Luis y de 38% en Córdoba”.

Precisamente, la suba del Inmobiliario Rural tiene a mal traer a los productores de la Provincia de Buenos Aires, quienes vienen manteniendo reuniones para expresar su descontento.

En tal sentido, dirigentes de Carbap afirmaron que no ha habido avances en su diálogo con el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquis, por lo que pidieron una reunión con Federico Salvai, el Jefe de Gabinete de la gobernadora María Eugenia Vidal.